Las drogas clásicas como el cannabis, el hachís, la cocaína y la heroína siguen siendo las más consumidas por la población. También en torno a las que giran las grandes operaciones policiales, por la cantidad de organizaciones criminales que trafican con ellas. Pero, no son las únicas. Las sustancias estupefacientes emergentes se engloban en un mercado ilegal caracterizado por la aparición y desaparición de productos. Internet y las fiestas son lugares ideales para el encuentro de estas drogas "modernas".

Tusi, tucibí, Nexus o cocaína rosa son algunos de los nombres con los que se conoce esta droga sintética que, nada tiene que ver con la cocaína. Si bien, se apoda con este nombre porque se presenta como un polvo y se consume del mismo modo:esnifada.  El color no es más que colorante que le da un aspecto exclusivo. Es por ello que esta droga se relaciona directamente también con los “pijos” debido a su precio. De hecho, era la droga fetiche de la alta sociedad. Y es que un gramo suele oscilar entre los 120 y los 150 euros frente a los 60 en los que se mantiene  el gramo de cocaína desde hace años. 

El jefe del Grupo I de Estupefacientes de la Comisaría Provincial de Policía Nacional de Málaga advierte de que se trata de una droga “sumamente perjudicial para la salud”, “peligrosa” y “adictiva”. Como tal, está catalogada como las que causan grave daño a la salud, lo que significa que traficar con ella puede conllevar  una pena de prisión que oscila entre los cinco a los ocho años. “Incluso más dependiendo de los agravantes”, apunta.

Se trata de una droga puramente química que se sintetiza en laboratorio y no tiene ningún componente vegetal, como sí lo tiene la cocaína. Pertenece al grupo de las anfetaminas y sus efectos son más parecidos al MDMA, pues fue diseñada con la intención de aunar en ella los efectos de estimulación (éxtasis) y de alucinación (LSD). 

La cocaína rosa se sintetizó por primera vez e 1974. Al principio, se empleó en el área de psiquiatría. Pero, su uso comenzó a expandirse en Estados Unidos cuando el MDMA se declaró ilegal. Finalmente, el Tusi también se incrustó en la lista de sustancias prohibidas. Pero, ya en el siglo XXI volvió a resurgir con fuerza en México y Colombia, donde se halla el principal centro productor. De hecho, se considera que los cárteles colombianos son los responsables de su propagación internacional. Se ha comercializado en las principales capitales suramericanas. En Europa, en cambio, la mayor demanda procede la zona, como puede ser Países Bajos o Alemania, aunque los investigadores no descartan que en España pueda existir algún laboratorio.

En la Costa del Sol es mucho más conocida que en otros puntos del territorio nacional, pues ya en 2020 se detectó la presencia de esta droga emergente. Tanto en Marbella como en Málaga capital, donde uno de los que la había consumido se obsesionó con morder a los policías que lo detuvieron. En Benahavís, los investigadores encontraron cocaína rosa entre las personas que acudieron a una fiesta en un chalé, que terminó siendo desalojado. Ocurrió en septiembre de ese mismo año.

La última operación en la que la Policía incautó tucibí tuvo lugar el pasado 23 de agosto. Un joven de 28 años, que se encontraba en la estación de autobuses de la capital malagueña, llevaba 80 gramos de cocaína rosa en su equipaje. Su actitud vigilante fue la que hizo saltar todas las alarmas. Una patrulla de paisano adscrita a la Brigada Móvil lo identificó y registró su equipaje. 

Tras el chequeo de las pertenencias del sospechoso, los agentes localizaron en un bolsillo de una mochila varias bolsitas transparentes que contenían una sustancia de color rosáceo. Finalmente, los investigadores incautaron la droga, preparada para el menudeo. 

Si bien, en noviembre del pasado año, la Unidad contra las Drogas y el Crimen Organizado (Udyco) de Málaga llevó a cabo la tercera mayor aprehensión de cocaína rosa de la historia de España. Siete kilos y medio. Aunque en un primer momento pueda parecer poco si se compara con otro tipo de sustancias estupefacientes, el jefe de Estupefacientes de Málaga aclara que esta droga que no se puede almacenar por las cuestiones químicas que presenta. “Normalmente fabrican y venden rápido porque va perdiendo propiedades, no es como la cocaína, que se puede tener meses almacenada en un trastero o en una nave”.

En el marco de esta operación, iniciada por la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional y llevada a cabo conjuntamente por Udyco Central y la de la Costa del Sol, los investigadores también incautaron unos 24 kilos de cocaína en polvo a una banda criminal dedicada a introducir esta droga a través del aeropuerto de Madrid, procedente de países del sur de América, oculta en maletas.