Coín se vuelca en el último adiós a Sergio
despedida Los restos mortales de Sergio Retamar recibieron ayer sepultura en el cementerio de la localidad
Más de un millar de personas acompañaron a sus familiares en el funeral del joven asesinado en Inglaterra
Segundo día de luto oficial en Coín, con banderas que ondeaban a media asta y crespón negro en señal de duelo por el fallecimiento de Sergio Retamar, el joven coineño asesinado presuntamente a manos de su compañero de piso en Bournemouth, al sur de Inglaterra, y cuyos restos mortales llegaron el miércoles a su localidad natal para recibir sepultura. Más de un millar de personas acudieron al cementerio del municipio para dar el último adiós al joven y acompañar a sus familiares, en un entierro multitudinario que contó con mucha presencia de jóvenes, amigos y conocidos de Sergio que arroparon en todo momento a sus más allegados.
A las 17,30 horas entraba el féretro del joven en la iglesia, delante del séquito que lo acompañaba con coronas y ramos de flores. La misa fue oficiada en la capilla del cementerio coineño, que se quedó pequeña ante la presencia de tantos vecinos que asistieron al sepelio; entre ellos, buena parte de la corporación municipal, con su alcalde al frente, Fernando Fernández, que ha ejercido estos 45 días como portavoz de la familia; y también los padres de Sonia Carabantes, la joven de Coín asesinada en 2003, acudieron para apoyar a la madre de Sergio en esos duros momentos. Muchos fueron los asistentes que se quedaron sin sitio dentro de la iglesia, por lo que gran parte de los vecinos tuvieron que seguir la misa desde sillas que se colocaron fuera de la capilla o de pie. Más de una hora de ceremonia en la que todos los vecinos quisieron mostrarle su apoyo a los familiares. En el interior de la capilla, los cánticos hicieron aún más emotivo el funeral; uno de sus amigos quiso dedicarle un especial adiós y cantó durante el acto con su guitarra, arropado por muchos de los jóvenes de la localidad que también conocían a Sergio.
Tras la celebración del sepelio, el séquito se dirigió hacia el cementerio, donde los restos mortales de Sergio Retamar recibieron sepultura. Han sido 45 días de angustia para la familia, que desde el pasado 17 de julio, cuando se conoció la noticia, han estado esperando el momento de la repatriación del cuerpo, entre el dolor y la incredulidad. Sus más allegados aún no asumen cómo ha podido ocurrir algo así: "Era una persona muy noble, en ningún momento buscaba conflictos; no hay derecho que a nadie le ocurra esto", reflexionaba Salvador Madueño, tío de Sergio, en el momento en el que los restos mortales fueron repatriados el miércoles. En la misma línea se postulaba Fernando Fernández, alcalde de Coín, que lamentaba cómo se habían producido los hechos: "Ha sido una situación muy trágica, desgraciadamente Sergio se encontraba en el lugar inoportuno en el momento inoportuno. Era un chaval que se fue de Coín a buscarse la vida, a aprender el idioma, a mejorar su nivel de inglés y se encontró con la muerte sin esperarla y sin merecerla", concluyó.
Por el momento, la investigación policial llevada a cabo en Inglaterra está bajo secreto de sumario por lo que fuentes del caso sólo han comunicado a la familia que se practicó una segunda autopsia días previos a la terminación de la investigación. También se ha planteado la posibilidad de nombrar asesores legales en Bournemouth que continúen de primera mano con el proceso judicial allí. El presunto autor del asesinato, un compañero de piso de Sergio en Inglaterra, se encuentra actualmente ingresado en un centro de salud mental.
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