La ausencia de decisión alguna respecto al futuro uso de los antiguos cines Astoria y Victoria, el tránsito de cuatro años desde la compra de la manzana sin que se haya movido una piedra y la alusión que el pasado martes hizo el alcalde, Francisco de la Torre, a la posible demolición de parte de la edificación reabre el debate sobre la necesidad o no de hacer partícipes a los colectivos vecinales y sociales sobre el futuro del espacio.

La respuesta a este interrogante parece tener clara y contundente respuesta en las entidades consultadas ayer por este periódico, que defendieron la posibilidad de que se abra una consulta mediante la que los ciudadanos puedan opinar sobre el destino de una edificación que, a finales de 2010, fue adquirida por el Ayuntamiento por unos 21 millones de euros.

En este punto, las razones vecinales coinciden con la posición de partida de los grupos de la oposición municipal. El portavoz de IU en la Casona del Parque, Eduardo Zorrilla, fue claro al avalar la fórmula de la consulta. "El PP ha demostrado con este asunto el abuso que hace de su mayoría absoluta, sin escuchar a los grupos de la oposición ni a diferentes colectivos, es por eso que le exigimos que debe hacerlo en las cuestiones centrales de la ciudad, como el futuro de este espacio", señaló.

Para Zorrilla, la fórmula del derribo, acotado inicialmente por el regidor del PP al antiguo cine Victoria, con el fin de garantizar la seguridad mientras se llevan a cabo el estudio arqueológico del subsuelo, debería extenderse a toda la manzana. Es decir, incluyendo en el paquete el inmueble del Astoria, de mayor dimensión.

"Nos parece bien que se abra el diálogo sobre esa parcela", expuso Ester Ramírez, presidenta de la Asociación de Vecinos del Centro, quien se mostró a favor de que se abra un proceso de este tipo "para decidir el futuro de esa parcela". "Lo ideal es que decidamos entre todos qué se quiere hacer, un concurso de ideas", insistió. Un argumento al que se adhirió María Teresa Repiso, presidenta de la Asociación de Vecinos de la Plaza de la Merced. "Siempre se debe de preguntar a todo el mundo", dijo. Para los comerciantes del casco antiguo el punto de partida debe pasar por "consultar a los colectivos, con el fin de abordar este asunto", manifestó María José Valenzuela, presidenta del colectivo que engloba a estos profesionales en el casco antiguo.

Los vaivenes que afectan al futuro de esta estratégica parcela se remontan a los primeros meses de 2011, cuando por vez primera el alcalde habló de su idea de albergar en este espacio lo que bautizó como Museo de Museos. Sin embargo, la incapacidad económica del Consistorio frenó en seco una operación que tendría que haber llevado a delante en solitario con fondos municipales y abrió de par en par la puerta a la colaboración público privada. Una vía que sigue sin encontrar los socios adecuados para su desarrollo.

Tanto es así que el concurso público que vienen anunciando desde el equipo de gobierno del PP desde hace más de un año para determinar qué poder hacer en la manzana sigue sin ver la luz. El motivo principal, admitido por el regidor, es la ausencia de propuestas privadas que cumplan plenamente su idea. La misma pasa por la ejecución de un inmueble de nuevo cuño, a ser posible referente arquitectónico en la ciudad, y en el que se destine la mayor parte de su espacio para uso cultural (incluyendo al menos una planta para la Casa Natal Picasso).

Una exigencia de difícil compatibilidad con las necesidades de las firmas privadas de disponer de espacio lucrativo suficiente mediante el que hacer rentable una inversión que, según algunas estimaciones, necesitaría de unos 10 millones de euros.