Los facultativos consideran "un problema de salud pública" el consumo de bebidas energéticas entre los menores por los riesgos cardiovasculares y neurológicos que suponen así como por las alteraciones que pueden provocar en el sueño y el comportamiento. Por ello, el Colegio de Médicos de Málaga pide a la Junta que prohíba su venta en adolescentes de menos de 18 años.  

La entidad colegial señala que en los últimos años se ha producido un incremento de su consumo entre la población menor de edad, que las han incorporado en su día a día "como si se tratara de un refresco más". Pero la institución aclara que ingeridas de forma regular "tiene efectos realmente nocivos para la salud".  Por ello, el Colegio de Médicos de Málaga (Commálaga) solicitará a la Junta de Andalucía en una próxima reunión que prohíba la venta de estas bebidas entre los menores de 18 años. Así, la comunidad autónoma seguiría el ejemplo de Galicia, que ya ha dado luz verde para que en 2024 estas bebidas tengan una normativa similar a la del alcohol. Los gallegos no son los únicos. Castilla y León y la Comunidad Valenciana también se plantean imitar a Galicia. Sin embargo, Andalucía no se ha pronunciado aún sobre el tema. Ello es lo que mueve a Commálaga a solicitar a la Junta que se sume a esta iniciativa. Para ello ha solicitado una cita con el delegado de Salud, Carlos Bautista, para trasladarle la petición.

En una rueda de prensa que ha tenido lugar este jueves en la sede colegial, el presidente de los médicos malagueños, Pedro Navarro, manifestó que “los médicos vemos acertado que las comunidades autónomas legislen para prohibir su consumo en menores. Esperamos que Andalucía siga el ejemplo y también hagan lo propio todas las comunidades autónomas para que en ninguna ciudad de España los menores las puedan adquirir. Tenemos que proteger a los jóvenes de sustancias nocivas para su salud. Es responsabilidad de todos”.

El presidente recordó que el consumo habitual de bebidas energéticas es perjudicial para la salud ya que contienen cantidades de cafeína, taurina y azúcar que duplican la dosis diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud. "Nos enfrentamos a un nuevo problema de salud pública que requiere nuestra atención para encontrar soluciones lo antes posible", manifestó.

Desde el Colegio de Médicos de Málaga insisten por ello en desaconsejar su consumo en menores. "No deben beberlas; hacerlo de forma habitual conlleva riesgos cardiovasculares, neurológicos, problemas psicológicos y alteraciones del comportamiento y del sueño. Pueden provocar arritmias e irritabilidad", indicó la institución.

A los facultativos les preocupa que la población infantil y adolescente considere estas bebidas como un refresco más e incluso que las mezclen con alcohol: "Es un cóctel explosivo", dijo Navarro. Añadió que "es importante que las familias no las compren en casa y que desaconsejen a sus hijos su consumo explicándole los riesgos para su salud".

El 40% de los jóvenes las consumen

Las bebidas energéticas son productos comerciales no alcohólicos con alto contenido de cafeína, taurina,  azúcar y otros ingredientes con propiedades estimulantes. Su ingesta ha crecido exponencialmente debido a que sus estrategias de marketing las asocian con un mayor rendimiento físico, mental y de bienestar. Esto, unido al atractivo diseño de las latas, variedad de sabores, bajo precio y facilidad de compra en cualquier establecimiento, las han convertido en populares para adolescentes y adultos jóvenes.

El último informe 'Estudes' de 2022, la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanza Secundaria en España, indica que 4 de cada 10 estudiantes habían tomado bebidas de este tipo en los últimos 30 días. La prevalencia era mayor en los chicos (50,7%) que en las chicas (39,0%). En lo que respecta a la práctica de mezclar bebidas energéticas con alcohol, se vio que el 16,1% de los estudiantes de 14 a 18 años había consumido esta mezcla en los últimos 30 días, cifra que es superior entre los varones.

Los autores del estudio afirmaron que hay una mayor prevalencia de consumo de las diferentes drogas analizadas entre aquellos estudiantes que habían consumido bebidas energéticas de alto contenido en cafeína, que alcanzaban valores máximos cuando se mezclan con bebidas alcohólicas.

Otros estudios científicos han resaltado que su consumo habitual se ha asociado con síntomas de déficit de atención o hiperactividad y conductas violentas, problemas respiratorios, dolores de cabeza, malestar estomacal, insomnio, irritabilidad, taquicardia, arritmias, nerviosismo, ansiedad, agitación, palpitaciones, trastornos visuales o del sueño, del estado de ánimo e incluso con tendencias suicidas.

Campaña del Colegio de Médicos

Además de la rueda de prensa y de la petición a Delegación de Salud, el Colegio de Médicos de Málaga inicia este mismo jueves la campaña de conciencia ciudadana ‘Que no te quiten la energía’ que se difundirá en redes sociales para informar de los riesgos de las bebidas energéticas. Por último, la entidad recordó que no se deben confundir con las bebidas isotónicas, compuestas principalmente por sales minerales y cuyo consumo es adecuado tras la realización de ejercicio físico.