Comprar una casa cuesta ya más de 200.000 euros en casi todos los barrios
Un estudio del OMAU confirma que el precio del metro cuadrado nuevo sólo está por debajo de los 2.000 euros en el entorno Rosaleda, disparándose hasta los 4.658 en el Litoral Este
Comprar una vivienda nueva en Málaga por menos de 200.000 euros se ha convertido ya casi en un imposible. Los tiempos en los que la crisis de la industria del ladrillo trajo consigo un desplome en los valores de adquisición quedan ya lejanos. Y de ello da buena muestra el último informe sobre el mercado residencial elaborado por el Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU), dependiente de Ayuntamiento, en el que se constata el crecimiento exponencial del precio en la totalidad de los barrios de la capital.
El estudio del ente pone de relieve que de las diez zonas en las que divide la urbe, apenas en una, Rosaleda, el precio del metro cuadrado está por debajo de los 2.000 euros el metro cuadrado (en concreto, 1.982 euros, lo que eleva el valor de un piso de 100 metros a 198.200 euros). Frente a este espacio, situado en la parte más baja de la horquilla, la zona más pudiente es el Litoral Este, donde el metro cuadrado alcanza en la actualidad los 4.658 euros. Este parámetro es un 21,05% más elevado que el registrado en el mismo trimestre de 2017.
A pesar de ser importante el repunte señalado por el OMAU en la parte más oriental de la ciudad, desde el punto de vista porcentual, el barrio en el que la subida es mayor en el último ejercicio es el Centro. Ahí, se ha pasado de los 3.418 euros que se pagaron por el metro cuadrado en el tercer trimestre de 2017 a los 4.324 ahora confirmados. En este punto del municipio se apunta de manera directa a la existencia de una promoción en la que se vende un piso de un dormitorio por 310.000 euros y uno de tres, por 750.000 euros. Del conjunto global, el 80% ha sido adquirido por personas o empresas de fuera de Málaga; el restante 20%, principalmente de un dormitorio, "se van a destinar a alquiler turístico".
Se da la circunstancia de que el distrito Rosaleda es el segundo que más ve subir el precio del residencial en el último año, con un salto del 21,55%. A pesar del evidente crecimiento, a excepción de la zona Este (con un aumento del 16,6%) y del Centro (con un 5,8 de subida), en el resto de la capital los precios siguen estando por debajo de diciembre de 2007.
La fotografía dibujada por el OMAU en su último informe es el de una sociedad "dual", a la que contribuye, en buena medida, la reconversión de la vivienda no ya en un producto finalista, es decir para su ocupación por parte de los compradores, sino en un bien objeto de inversión. Al respecto, los autores del documento incide en que la oferta de pisos en la ciudad "no se dirige a un mercado compuesto por lo que tradicionalmente era la vivienda habitual de Málaga, sino solo a una pequeña parte de la población que dispone de recursos económicos y a inversores empresariales e individuales".
A modo de ejemplo se indica que en las principales áreas de oferta residencial, incluyendo Litoral Este, Litoral Oeste y Teatinos "las compras de familias residentes en Málaga apenas superan el 50%, siendo la otra mitad de la oferta destinada a empresas o personas interesadas en invertir en Málaga o en tener una segunda residencia para verano o fines de semana". Según los autores del análisis, esta segunda opción "tiene cada vez más adeptos como forma de tener una inversión en una ciudad emergente", existiendo la opción de destinar el inmueble buena parte del año a arrendamiento turístico.
El estudio es abiertamente crítico con el devenir de "mercado" y con el papel que los "poderes públicos" están jugando en este escenario. Sobre ellos, destaca la falta de interés en "modificar esta situación, que deja al margen del acceso a un hogar a una gran parte de la población, principalmente jóvenes y personas ya de mediana edad". A modo de ejemplo, se pone de relieve el tiempo que van a empezar a necesitar los potenciales compradores de una vivienda en la capital para sufragar las hipotecas.
Semejanzas con el periodo previo a la crisis económica
El informe trimestral elaborado por el OMAU pone de relevancia que el alza de los precios que se está vivienda en la capital en los últimos meses va a hacer que "en poco tiempo" el esfuerzo económico que tiene que hacer una familia para acceder a la compra de una vivienda sea semejante al de antes de la crisis económica, cuando, como en 2006, se necesitaban del orden de 27,4 años para pagar una hipoteca. Este lapso temporal cayó drásticamente en 2013, en plena crisis, cuando este periodo bajó a los 16,7 años. Los responsables del organismo municipal llegan incluso a prever que este tiempo de pago será ampliamente superado en zonas como el Litoral Este (donde más cara está una casa), con unos 35 años de tiempo de pago, mientras que se estará por debajo en el distrito Rosaleda, con 15,3 años. Cabe recordar que, según el Banco de España, el porcentaje de renta que ha de destinarse a pagar una casa debe ser de un 30%.
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