Sacó una vara de metal plegable de un metro de longitud, la extendió y golpeó a su profesor. El menor autor de estos hechos ha sido condenado a un año de libertad vigilada con contenido formativo-ocupacional, control de tóxicos y en su caso tratamiento de deshabituación por un delito de atentado en concurso con una falta de lesiones y otra de injurias y amenazas.

La sentencia, emitida por el Juzgado de Menores número 3 de Málaga, considera probado que el 14 de noviembre de 2008 el profesor sorprendió al menor fumando un cigarrillo en el interior del centro escolar por lo que le reprendió. Seguidamente el alumno "con ánimo de menospreciar el principio de autoridad" increpó al docente diciéndole "te voy a dar una hostia, te voy a dar una paliza". Pocos minutos después, ya en el interior de la clase, el menor se sentó con las piernas sobre la mesa. Ante tal hecho, el profesor volvió a recriminar al joven y le dijo que iba a llamar al director o al jefe de estudios. Ante tales palabras, el estudiante se encaró con el docente y le llamó "capullo de mierda". A continuación sacó una vara de metal plegable, de un metro de longitud, y tras extenderla por completo, comenzó a golpear al profesor con la misma, originándole diversas contusiones en el brazo izquierdo del docente, que sufrió como consecuencia de estos hechos "un trastorno neurótico postraumático", según se recogen en los hechos probados. La sentencia, que fue adelantada por la Ser, también condena al menor y a sus padres a que abonen 1.682,82 euros en concepto de responsabilidad civil.

Por su parte, el gabinete jurídico de la Federación de Enseñanza de CCOO, que representa al profesor como acusación particular y que había solicitado una indemnización de mayor cuantía, mostró su satisfacción con el contenido de la sentencia, "que ha apreciado el concurso del delito de atentado con otras faltas, cuestión novedosa y que, pese a ser solicitada por los letrados del sindicato, hasta la fecha no se había apreciado de forma contundente por los jueces".

Esta sentencia se suma a tres anteriores de las que se tienen conocimiento este año, en las que se condena a madres y familiares de estudiantes por agredir a profesores y directores de centros. La primera fue en enero cuando el Juzgado de lo Penal número 10 condenó a la madre de un niño a un año de cárcel por abofetear a la profesora de su hijo. En marzo se conoció otra sentencia, en este caso del Juzgado de lo Penal número 2, que condenaba a un joven por haber agredido al director del centro en el que estudiaba su hijo. En este caso se trataba de hechos ocurridos en 2007 y la víctima era Antonio Escámez, actual delegado de Educación de la Junta en Málaga. La última sentencia de la que se tiene conocimiento fue en mayo. En este caso se condenó a otra madre a un año de cárcel y al pago de una indemnización de 600 euros por un delito de atentado a la autoridad por dar un guantazo a la directora del centro. La sentencia avalaba la condición de autoridad de la directora no por su condición administrativa de funcionaria pública, sino por la necesidad de proteger "la pacífica prestación del servicio público encomendado".