Condenan a seis años de prisión a un abuelo por abusos continuados a su nieta

También se le impone una pena de ocho años de libertad vigilada y el pago de 12.000 euros

Celina Clavijo

Málaga, 02 de marzo 2017 - 02:05

La Audiencia provincial de Málaga ha condenado a un hombre de 71 años a seis de prisión como responsable de un delito continuado de abusos sexuales a su nieta, que cuando ocurrieron los hechos, tenía 11. También se le ha impuesto una pena de ocho años de libertad vigilada, con la obligación de participar en programas de formación sexual. Asimismo, no podrá comunicarse ni acercarse a la menor durante la próxima década y deberá indemnizarla con 12.000 euros por daños morales.

La sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico, recoge como hechos probados que la niña estuvo al cuidado de sus abuelos paternos durante dos días en junio de 2013, ya que los padres tuvieron que marcharse a Bélgica para buscar trabajo. Fue de madrugada cuando el hombre, cuya mujer estaba fuera, llevó a la pequeña a su habitación, donde abusó de ella y le puso películas pornográficas. La noche siguiente, reza la resolución judicial, la situación volvió a repetirse.

El acusado abusó de la niña, que tenía 11 años, cuando se quedó dos noches a su cargo

Durante el juicio, el acusado negó cualquier tocamiento impúdico . La menor subrayó la buena relación que tenía con su abuelo y relató cómo habían sido los abusos, que puso en conocimiento de su madre un mes después de que se produjeran. La niña comenzó entonces a referirse a las relaciones íntimas que el familiar mantenía con su abuela, lo que hizo sospechar a la progenitora de "que había algo más". Terminó reconociendo los hechos.

La pena de prisión a la que el hombre ha sido condenado coincide con la petición de la Fiscalía de Málaga y ha sido aplaudida por la familia, que defiende el abogado Martín Eliseo Rodríguez. Contra la sentencia cabe interponer recurso de casación. El individuo, sin embargo, ha sido absuelto de los supuestos delitos de exhibicionismo y provocación sexual a los que también se refería la acusación particular.

Tras las primeras pesquisas, un juez acordó su libertad provisional y la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la nieta. Los progenitores denunciaron que el hombre había quebrantado esa orden. La menor participó en una programa de tratamiento de menores víctimas de violencia sexual, que detectó "sintomatología ansiosa, irritabilidad y miedo generalizado".

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