Primer caso de la viruela del mono en Málaga. Así lo ha confirmado el Centro Nacional de Microbiología tras estudiar las muestras de un paciente residente en esta provincia. La Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía ha informado de este caso, con el que ya suman cuatro los notificados en la comunidad autónoma; dado que ya había dos en Sevilla y uno en Cádiz.

Aguirre ha precisado que los cuatro positivos son de sexo masculino y en todos "vienen importados de otras comunidades autónomas donde han tenido relaciones de riesgo que han sido la causa de contagio". Asimismo, ha apuntado que "todos están recuperándose, no ha habido necesidad de ningún ingreso hospitalario y están en aislamiento domiciliario".

Además, en la región existen 19 casos que actualmente están en investigación por sospechas de ser esta patología. De ellos, 13 son en Málaga, dos en Cádiz, uno en Sevilla y tres en Almería. Según ha informado el consejero de Salud, Jesús Aguirre, de estos 19 en análisis en el Centro Nacional de Microbiología, "cinco son probables, porque la cadena epidemiológica confirma que ha habido contacto con positivos y 14 son sospechosos". Además, ya son 13 los descartados.

Por su parte, la Consejería de Salud y Familias informó que trabaja en un seguimiento más rápido y preciso de cualquier nuevo virus emergente que aparezca y pueda suponer un problema de salud pública. Para ello, los Servicios de Microbiología del Hospital Virgen del Rocío, de Sevilla, y San Cecilio, de Granada, preparan un sistema de cribado por PCR y de identificación basado en la secuenciación total de la muestra. Esta información se integra en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía y apoya las acciones de salud pública para la prevención y control de esta nueva alerta de virus emergente.

Así, Andalucía contará con la confirmación de los resultados sin tener que esperar a la confirmación del Centro Nacional de Microbiología (CNB). Que, según la Administración autonómica, es lo que está ocurriendo estos días con los casos sospechosos de infección por viruela del mono, que no se están pudiendo confirmar o descartar hasta que se envían los resultados y el CNM hace el diagnóstico definitivo.

Aguirre apuntó que “independientemente de que estos casos sean de obligado reporte al Centro Nacional de Microbiología, el Covid nos ha enseñado lo importante que es tener en Andalucía nuestro propio sistema de alerta epidemiológica, más rápido y ágil que el nacional, que debe atender a todo el país, y que además permite preservar los datos para reanalizarlos con perspectiva”.

En enero de 2021, una instrucción de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica puso en marcha el circuito de secuenciación genómica de SARS-CoV-2 de Andalucía, con el soporte del Servicio Andaluz de Salud y la Secretaría General de Investigación e Innovación en Salud que llevaba liderando un proyecto de secuenciación de SARS-CoV-2 ejecutado en 2020. Este circuito es el que ahora es clave ante la alerta de viruela del mono. Se sustenta en dos centros de secuenciación, uno para Andalucía oriental en el Hospital San Cecilio de Granada y otro para la parte occidental, en el Virgen del Rocío de Sevilla.

Estos hospitales reciben las muestras provenientes de todas las provincias andaluzas, las secuencian y posteriormente se mandan los resultados al Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía y al Área de Bioinformática del Sistema de Salud, donde se procesan, se analizan y se envían a bases de datos nacionales e internacionales.

Conocida como monkeypox, la viruela del mono es una enfermedad zoonótica viral poco frecuente. El cuadro clínico inicial suele incluir fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, inflamación o hinchazón de los ganglios y cansancio. Unos días después de la aparición de la fiebre, se desarrolla una erupción cutánea que a menudo comienza en la cara y luego se extiende a otras partes del cuerpo. Suele producir una enfermedad autolimitada y la mayoría de las personas se recuperan en varias semanas, aunque en algunos casos pueden llegar a requerir ingreso hospitalario.