Consejos para seguir bajo el varal

La Agrupación de Cofradías de Semana Santa organiza unas jornadas dedicadas a los hombres de tronos El esfuerzo físico será uno de los puntos

Hombres de trono, en la salida de la Virgen de Lágrimas y Fávores.
Hombres de trono, en la salida de la Virgen de Lágrimas y Fávores.
Jorge Bueno Málaga

08 de marzo 2013 - 01:00

La Agrupación de Cofradías de Semana Santa y concretamente la comisión de Promoción y Divulgación organiza mañana a partir de las 11:00 en el Salón de Actos de la archicofradía de la Expiración la jornada Escuela del Varal. Dedicado a los hombres de tronos, tanto veteranos, donde podrán mejorar, como a aquellos que vayan a llevar un trono por vez primera. La jornada se compone de cuatro ponencias que jalonan toda la mañana. En ella se tratarán diversos aspectos relacionados con los hombres de trono. Cada sesión dura media hora y es seguida por un cuarto de hora de preguntas. La primera de ellas, dedicada a la historia, dará comienzo a las 11:00, prosiguiendo las otras tres cada cuarenta y cinco minutos. A los asistentes se les entregará un diploma acreditativo de su asistencia a esta jornada, que podrá ser tenido en cuenta por las cofradías a la hora de su incorporación al trono.

Como poco un trono pesa una tonelada. Aunque los hay incluso de más de 4.000 kilos, como el de La Esperanza. De modo que para ser portador, además de devoción hay que tener buen estado físico. Y si la ilusión es arrimar el hombro varios años debe cuidarse especialmente la manera en que se hace el esfuerzo. Los facultativos advierten que hay que procesionar con cabeza para evitar lesiones óseas y articulares.

Para contribuir a ese objetivo, los traumatólogos del Hospital Quirón de Málaga elaboraron el año pasado un decálogo muy útil en estas fechas. Cada portador puede cargar de 10 a 16 kilos durante tres, cinco o más horas. Así que el primer consejo es que el hombre de trono prepare con antelación su cuerpo para afrontar el esfuerzo. El día de la procesión, además, debe realizar estiramientos y movimientos amplios de cuello, hombro y piernas. El calzado debe ser cómodo y flexible.

Las lesiones más frecuentes, según los expertos, suelen ser contracturas, lumbalgia e inflamación del trapecio y músculos cervicales. Pero incluso se puede producir la parálisis parcial del brazo provocada por el excesivo peso que soporta el nervio que levanta la extremidad.

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