Residentes del entorno de Fuente Olletas y del Camino del Colmenar llevan desde el pasado lunes aguantando los ruidos de unas obras del Ayuntamiento, que se prolongan cada día hasta pasadas las tres de la madrugada. Todo pese a la reciente entrada en vigor de una ordenanza municipal que limita las emisiones acústicas, especialmente en horario nocturno. Así, mientras la Policía multa a bandas de música por ensayar, el propio Consistorio se salta su norma.

El Ayuntamiento ha priorizado minimizar las retenciones que pueda ocasionar un corte viario por la mañana, al descanso ciudadano por la noche. La previsión del Ayuntamiento es que estos trabajos se prolonguen en el mismo horario al menos hasta final de semana porque "es lo más operativo y otra cosa sería complicado.

El concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, afirmó que el Ayuntamiento "intenta conjugar todas las molestias". En este sentido, explicó que cualquier trabajo de asfaltado requiere una maquinaria muy voluminosa que dificultaría cortar parcialmente la carretera. La opción de cerrar el tráfico por completo en el Camino del Colmenar se descartó porque generaría muchas complicaciones.

El citado proyecto, que se realiza con el Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL), consiste en la construcción de dos nuevas rotondas que regularán el tráfico del Camino del Colmenar, que en la actualidad se encuentra en fase de asfaltado. Es una vieja reivindicación vecinal, aunque está generando molestias nocturnas, pero los colectivos denuncian la mala planificación municipal.

"Las rotondas son necesarias y por ello venimos reivindicándolas desde hace años. Antes teníamos que bajar con el coche a cambiar el sentido hasta la gasolinera. Pero no se entiende que rechacen nuestras propuestas y apuesten por instalar medianas y sólo menos de un año después reformen su propio proyecto y hagan las rotondas. Se han gastado el doble para hacer lo que pedíamos de primera hora", lamenta Miguel Campos, presidente de la asociación de vecinos Colina de Aceiteros, que representa a los vecinos de Monte Dorado. En el mismo sentido se posiciona la presidenta de Altos de Olletas, Remedios Villalba, que considera que no se optimizan los recursos. Estos son los principales colectivos que representan a los vecinos de la zona norte del Camino del Colmenar.

Pero las rotondas no es la única petición para el Camino del Colmenar, que se encuentra urbanizado hasta la mitad. "Siempre nos dicen que es competencia de Obras Públicas pero yo he ido y he conseguido una licencia para construir y ahora me tendrán que decir en el Ayuntamiento por qué no lo hacen, entonces reconocerán que se han quedado sin presupuesto por su mala planificación", afirma Villalba. Estos vecinos dicen que viven en una zona urbanizable y que pagan los mismos impuestos que cualquier ciudadano, y por ello también tienen derecho a tener aceras.

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