Málaga

Covid en Málaga: La "alegría" de la nueva normalidad

Una terraza en el centro de Málaga.

Una terraza en el centro de Málaga. / Javier Albiñana

El primer día sin límites de aforos ni horarios tras 19 meses de restricciones debido a la pandemia sabe a libertad. “Da mucha alegría”, confiesa David Moreno Bonilla, que con una sonrisa aclara que no tiene parentesco con el presidente de la Junta de Andalucía.

Es trabajador en Lo Güeno, un restaurante de la calle Martín García, en el centro de Málaga. Mientras coloca una bandeja de jibia en salsa en el expositor de la barra comenta: “Desde agosto vamos mejorando día a día. Ya era hora de que se acabaran las restricciones de aforos y horarios”. Feliz, muestra una mesa reservada para 20, un lujo prohibido hasta el miércoles, en el que el límite eran 10 comensales. Cuenta también que en el establecimiento han sufrido, como en miles de empresas, un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). Pero añade que afortunadamente ningún trabajador del local ha contraído el Covid. “Yo creo que ya la cosa no va a ir para atrás”, afirma con su mascarilla FFP2 bien colocada. Pasado el verano en el que la demanda era sobre todo de extranjeros, señala que ahora la mayoría son consumidores nacionales y locales.

Mientras un camarero prepara las mesas del exterior que aguardan impolutas a los comensales, David comenta:“El año pasado, tuvimos un ERTE, pero ya poquito a poquito vamos mejorando. Incluso ya se ha contratado a dos personas”.

Los empresarios consultados esperan y confían en que el fin de las restricciones se note en la caja después de tantos meses en que las limitaciones han mermado los ingresos, dañando en algunos casos la línea de flotabilidad de los negocios.

Varios trabajadores que prefirieron permanecer en el anonimato, celebraban también el final de las restricciones, pero reclamaban “que se acaben ya los ERTE” porque empieza a haber mucho trabajo y “hay poco personal”.

En la librería Luces, Silvia Pujol, su responsable atendía a Cristina Gutiérrez. La clienta iba buscando Las fantásticas aventuras de tres amigos y pico. La librera se mostraba “encantada” con el paso a nivel 0, una mejora que se aplica en toda la provincia, salvo en el Distrito Costa del Sol, que continúa en el rango 1 de riesgo. “Siempre es una alegría tener delante al cliente, conversar y darle recomendaciones cara a cara”, explicaba Silvia. Aclaraba que entre el miércoles y el jueves no ha notado diferencia de afluencia porque el incremento de público ha sido progresivo. También comentaba que al principio de la pandemia “se notó un bajón en las ventas”. Así que potenciaron la venta on line para compensarlo. “Los clientes también optaron por este tipo de compra. Hoy [por ayer] es el primer día sin restricciones después de tantos meses y todo fluye con normalidad”, añadía. Daba gusto ver a los usuarios hojeando libros en este local de la Alameda Principal.

Su clienta, Cristina, reconocía que llevaba “muchísimo sin venir”. Aclaraba que entre las restricciones y con los niños había abandonado el hábito de hacer la compra presencial. “Pero me gusta venir a Luces y espero recuperar esta costumbre”, señalaba. Y acotaba:“Además, venir a comprar supone puestos de trabajo y es importante que se mantengan”. Las preguntas sobre la vuelta a la normalidad se transforman en un diálogo en el que la librera termina haciendo una defensa del “comercio tradicional”.

En la cafetería Lepanto, en la calle Larios, los trabajadores contestan mientras atienden la terraza, llena de turistas. “Vienen muchos extranjeros. Se sientan y no preguntan precios”, explica una trabajadora. Dice que del miércoles al jueves, con el final de las restricciones, han notado un incremento. “No sé donde estaban encerrados”, bromeaba. Y concluía:“Este fin de semana esperamos una bomba de trabajo”.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios