David Rando, el nuevo ciudadano

David Rando tiene el pelo castaño y los ojos muy azules. Con este aspecto de lo más normal nadie diría que ese bebé de dos meses se convirtió ayer, probablemente en el primer ciudadano de España protagonista de un bautizo civil. Si bien son varias las iniciativas similares que se han puesto en marcha en otros municipios del territorio nacional, ha sido El Borge, en plena comarca de la Axarquía, el primero que ha ideado una ceremonia completa, incorporando un reglamento y un libro de registros.

En el momento de la ceremonia suena el Himno de la Alegría de manos de la banda municipal y las palabras democracia, libertad y paz inundan la Casa de la Cultura Miguel Hernández, donde se celebra el acto. "Precisamente, ese contenido que tiene la ceremonia fue lo que nos animó a celebrar el bautizo civil", comenta su madre, Laura Ouviño, quien apunta que no querían que el hecho de no ser creyentes privara a su hijo de una ceremonia de presentación a la sociedad.

Antes y después del evento, los primogénitos se muestran muy ilusionados y nada asustados por la expectación generada por el bautizo civil de su hijo. "Estamos entusiasmados con la idea porque se habla de valores que nosotros vamos a tener muy presentes en la educación de nuestra hijo", añade el padre, Pablo Rando. Para la ocasión, David lleva un faldón blanco que perteneció a su abuela y que han utilizado su madre, sus tías y primos. "Esto tampoco queríamos perderlo", comenta esta pareja de Málaga capital que se conoció en la Facultad de Derecho de Sevilla. Se casaron por lo civil.

"Era lo más coherente porque no tiene sentido hacerlo por el rito cristiano asumiendo un compromiso que sabemos no se va a cumplir", explica Laura, que recuerda que en otros países como Inglaterra existe el Name Day Celebration, a través del cual el Ayuntamiento da la posibilidad a los padres de que se le dé una bienvenida oficial al niño. "Ya era hora de que aquí también lo hubiese", apostilla.

El artífice ha sido el alcalde de El Borge, José Antonio Ponce (IU), quien considera que esta ceremonia debe instaurarse porque es un pilar de "los principios constitucionales de una convivencia laica". "Es una idea que amplía los derechos del niño y la responsabilidad de los gobiernos deben ir más allá de poner farolas", opina este regidor que fue el primero de España en apostatar. Otras 15 familias ya se han interesado por celebrar este bautizo civil, y numerosos alcaldes de pueblos de Sevilla, País Vasco o Madrid le han pedido el protocolo ceremonial.

Ponce eligió una lectura de la Carta Europea de los Derechos del Niño y elaboró un reglamento en cuya acta los padres y padrinos se comprometen a educarlo en los valores de igualdad, paz y solidaridad. El hermano mayor de su padre, Antonio Francisco, y la hermana mayor de su madre, Noemí, fueron los padrinos e intervinieron con unas palabras y con la lectura de un poema de un amigo de la familia. El acto se cerró con los versos de la Nana de la Cebolla de Miguel Hernández que recitó el propio alcalde. Tras dejar la plaza Rafael Alberti el medio centenar de familiares que acudió a la ceremonia, se fueron a la Posada del Bandolero en el municipio para brindar por el nuevo ciudadano.