Dcoop entra de lleno en el mercado vinícola tras sellar su fusión con Baco
La firma andaluza suma a la mayor cooperativa comercializadora de vino de Castilla La Mancha para seguir creciendo y facturar 750 millones de euros
La cooperativa agroalimentaria andaluza Dcoop, cuya sede central está en Antequera, se hace aún más grande. Ya era líder mundial en la producción de aceite de oliva virgen, tiene ganaderías o aceituna de mesa y ahora entra de lleno en el mercado vinícola de la mano del grupo cooperativo Baco. Ambas entidades anunciaron su fusión el pasado 11 de abril, la asamblea general ordinaria de Dcoop lo aprobó el 18 de junio y ayer se procedió a la firma oficial en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) entre las dos partes en un acto al que también acudió la consejera de Agricultura de Castilla La Mancha, María Luisa Soriano.
La unión da lugar, según explicaron los gestores de ambas empresas, a "la mayor cooperativa multisectorial española con 150 cooperativas de base, 75.000 socios repartidos entre Andalucía y Castilla La Mancha y una facturación conjunta de unos 750 millones de euros". Se da además la circunstancia de que es la primera gran fusión que se hace entre cooperativas de distintas comunidades en España.
Bodegas Baco es la mayor cooperativa comercializadora de vino de Castilla La Mancha. Tiene 7.000 socios, 35.000 hectáreas y factura en torno a 60 millones de euros. Produce 200 millones de litros de vino y mosto, de los cuales el 90% se exporta a Europa, Asia y América. Tiene diez centros en Toledo, Cuenca y Ciudad Real, aunque su sede central está en Alcázar de San Juan y allí seguirá. De hecho, se mantendrá la marca Baco.
Dcoop ya tenía presencia en el sector vitivinícola con el 40% del accionariado de Tierras de Mollina, que produce los vinos CarpeDiem o Monteespejo. Sin embargo, según explicó ayer Antonio Luque, director general de Dcoop, "su producción es muy pequeña, casi anecdótica", por lo que su fusión con Baco es su primer gran paso en este segmento. No obstante, Luque precisó que el acuerdo con la cooperativa castellana no implica un abandono de Tierras de Mollina sino al contrario. "Seguimos con ellos y pensamos que con el acuerdo con Baco podemos potenciarlo aún más porque moveremos más volumen y podremos llevar el vino de Mollina a más puntos".
El objetivo de la fusión, según destacaron ayer los presidentes de Dcoop y Baco, José Moreno y Ángel Villafranca, es consolidarse a escala nacional y buscar sinergias, sobre todo, de cara a la exportación. Juntos tienen más capacidad de negociación, pueden optimizar costes, obtener mejores márgenes y tener mayor valor añadido.
Una de las constantes de Dcoop -llamada Hojiblanca hasta octubre del año pasado- es buscar aliados hasta debajo de las piedras para ser más grandes. Con mayor o menor acierto. Este año, por ejemplo, fue noticia porque vendió sus acciones en la multinacional Deoleo -con discrepancias incluidas con el resto de socios-, aunque casi a la vez anunciaba su fusión con Baco o con Procasur, la mayor cooperativa nacional de leche de cabra.
Esta cooperativa ha sustentado su crecimiento en su apuesta por una marca propia -empezó a envasar aceite con marca Hojiblanca en 1997- para no depender siempre de terceros; en saber superar los localismos y realizar todo tipo de pactos -hay agricultores de casi toda Andalucía-; y en diversificar su negocio -vende aceite, aceitunas, carne, leche, cereales, abonos o vino-. Ahora da otro paso más y no se cierran a más fusiones a corto o medio plazo. El resultado es que, pese a que la cosecha de aceituna fue mala, cerró el año 2013 con una facturación de 565 millones de euros, un 4,4% más.
No hay comentarios