Dcoop tendrá que tirar de imaginación

La cooperativa, tras su salida de Deoleo, buscará otra vía para ser líder mundial del aceite a medio plazo

Un momento del proceso de envasado de aceite de Dcoop en Antequera.
Un momento del proceso de envasado de aceite de Dcoop en Antequera.
Ángel Recio Málaga

27 de abril 2014 - 01:00

Nadie puede decir que los gestores de Dcoop -llamada Hojiblanca hasta octubre del año pasado- no son activos. La cooperativa andaluza es líder mundial en la producción de aceite de oliva virgen y siempre tiene proyectos en mente para crecer, aunque algunos no salgan como esperaban. La firma malagueña ha sido noticia nacional e internacional estas semanas por su participación accionarial en Deoleo -la mayor envasadora del mundo de aceite con marcas como Carbonell, Koipe o Bertolli-, su negativa a la hora de vender la mayoría de la multinacional al fondo británico CVC Capital Partners y, ante la consumación de ese hecho, este pasado viernes anunció que abandonaba el barco y que dejaba casi su 10% de títulos también en manos de CVC a cambio de 41 millones de euros.

Ha roto así el bloque español y ha dejado al Gobierno en una posición difícil ya que el Ministerio de Agricultura lleva semanas afirmando que quería que la empresa siguiera bajo control español pero, por ahora, no ha dado ningún paso. De hecho, Antonio Luque, director general de Dcoop, señaló el viernes a este diario que se planteaba la posibilidad de que la cooperativa y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) compraran de forma conjunta las acciones que Bankia y BMN iban a poner a la venta para garantizar que España, además de liderar la producción de aceite a escala mundial, mantenía el mando en su envasado y comercialización, pero no hubo acuerdo y Luque denunció incluso que nadie del Ministerio ni de la SEPI se ha puesto en contacto con Dcoop en las últimas semanas.

Comentaba el director general de Dcoop, a raíz de este revés estratégico aunque no financiero pues la cooperativa se ha embolsado diez veces más de lo que le costó entrar en Deoleo hace apenas un año, que ha sido una experiencia "intensa que de algo nos servirá". No cabe duda, pues si por algo se ha caracterizado Dcoop a lo largo de su historia es por su capacidad para adaptarse a las circunstancias y salir reforzado.

La cooperativa agrupa a 65.000 agricultores y ganaderos andaluces, extremeños y manchegos, tiene su sede en Antequera, y factura en torno a 600 millones de euros anuales, lo que le permite ser la mayor cooperativa agroalimentaria andaluza y la tercera española en ventas.

Dcoop ha sustentado su crecimiento en cuatro pilares fundamentales que, por ahora, no le han fallado. El primero es que ha sabido superar los localismos, una de las grandes lacras que ha impedido un mayor empuje en el sector agrario tanto en Andalucía como en España. Desde sus orígenes ha tenido la habilidad y el reto de unir a agricultores de distintas provincias aumentando así su producción y consiguiendo economías de escala. En segundo lugar, tuvo claro hace dos décadas que si solo vendía aceite a granel estaría siempre en manos de los distribuidores, por lo que desde 1997 empezó a envasar con la marca propia Hojiblanca, dándole mayor visibilidad, margen comercial y presencia en los mercados.

Al margen del aceite, y ante la inestabilidad de las campañas, la cooperativa apostó por la diversificación y trabaja de forma activa en la aceituna de mesa o la ganadería. Desde el año pasado vende hasta los granos de cereales, oleaginosas y leguminosas producidos por sus cooperativas. Su cuarta línea estratégica ha sido estar siempre abierto a colaboraciones y fusiones. En los próximos meses saldrá del capital de Deoleo, pero sigue teniendo el 50% de Mercaoleo con Cargill, dedicada a la comercialización y envasado de aceite; el 50% de Musa , dedicada a la fabricación de salsas; el 99% de Acyco, que transforma y envasa aceitunas en una fábrica en Dos Hermanas; el 50% de Qorteba Internacional, que almacena y refina aceites en una factoría en Córdoba; el 40% de Tierras de Mollina, una bodega que produce los vinos CarpeDiem o Monteespejo; y mantiene una filial en Estados Unidos, con sede en Nueva Jersey, para vender todos los productos de la cooperativa en ese país.

Los directivos de Dcoop se han marcado el objetivo de ser líderes mundiales tanto en producción como en envasado de aceite. Lo querían conseguir a través de Deoleo y ahora toca reinventarse y buscar una nueva fórmula con vistas a conseguirlo, según Luque, en cuatro o cinco años. Van a recibir dinero fresco con el que no contaban y eso siempre aviva la imaginación, por lo que esta cooperativa aún tiene mucho que decir.

stats