La  decisión final sobre la celebración o no de la Feria de Málaga en las fechas previstas, a mediados del próximo mes de agosto, empieza a formar parte de la agenda del Ayuntamiento. La reincorporación de alcalde, Francisco de la Torre, a la actividad municipal, 38 días después de ser operado de una lesión cerebral, permite al menos ya advertir de la enorme dificultad de que se cumplan ese calendario.

"Ahora mismo está en reflexión, veo difícil que tenga lugar en esas fechas", ha admitido este martes el regidor en una entrevista a Onda Cero, en la que añade la posibilidad de que el evento sufra algún retraso a septiembre. Sea como fuere, en su respuesta insiste en que el yema "está en reflexión", sin que por el momento haya una determinación adoptada.

Lo que sí ha dejado claro el mandatario local es que sea cual sea el paso se dará dando "prioridad al tema de la salud, a no dar pasos atrás; es el mejor servicio que podemos dar a la ciudad de Málaga". Algo en lo que coincide con la portavoz del PP en el Consistorio, Elisa Pérez de Siles.

La cuenta atrás respecto a qué ocurrirá sobre la Feria de Agosto se acorta por días. Y ello en un escenario en el que no parecen, aún, darse las condiciones para garantizar la seguridad sanitaria en un evento que, según los datos municipales, puede reunir a cerca de 6 millones de personas llegadas de diferentes puntos del país y del mundo. A esto se suma que una de las particularidades de la celebración malagueña es que buena parte de ella tiene lugar en las calles del Centro histórico, donde se concentran grandes masas de personas, lo que impide el mantener las necesarias distancias de seguridad.

Durante la entrevista, De la Torre ha hablado precisamente de la necesidad de tomar medidas para garantizar la llegada de turistas a la ciudad. Contrario a la opción manejada por el Gobierno central de fijar una cuarentena a los visitantes que lleguen de fuera del país, el alcalde ha defendido la realización de test rápidos a la llegada de los turistas y a la salida, "ofreciendo con ello mecanismos de seguridad".

Y ha puesto sobre la mesa la apuesta por crear una especie de marca Málaga, mediante la que garantizar que se trata de una ciudad "libre de virus para la salud”.  Algo que, ha admitido, no será inmediato. “No puede ser para ya, pero para finales de verano podemos tener resultados de este tema”, ha señalado, recordando el deseo de los países emisores por poner en marcha su industria turística.

También ha tenido tiempo para aludir a la decisión de Juan Cassá de abandonar Ciudadanos, paso que lo entiende en clave de discrepancia interna con su anterior formación, y ha insistido en la idea de pulsar su interés por seguir colaborando en la gestión municipal. Preguntado por una posible moción de censura, ha dicho. "No veo que haya razones ni ambiente para esa moción de censura".

Cabe recordar que con la salida de Cassá de Cs, el equipo de gobierno, conformado por 14 ediles del PP y una de Cs, suman los mismos votos que los dos grupos de la oposición, el PSOE (12) y Adelante (3). Una circunstancia que convierte en clave el voto de Cassá en buena parte de las cuestiones que se diriman en la Casona del Parque, incluida la posibilidad de que la formación socialista, como ya lo intentó a finales del pasado mandato, opte por plantear desbancar a De la Torre de la Alcaldía.