Acceder a la fecundación in vitro, una técnica de reproducción asistida en la que se trata de conseguir que un espermatozoide fecunde el óvulo fuera del cuerpo de la mujer -en un laboratorio-, puede tardar más de un año si se quiere realizar a través de la sanidad pública malagueña. Así lo denuncian las usuarias del Hospital Materno-Infantil en un escrito sobre la "situación precaria" en la que se encuentra la unidad que lleva a cabo estos procedimientos en el centro sanitario.

Con la intención de hacer llegar sus quejas a la gerencia del Hospital Regional de Málaga (centro del que depende el Materno), las denunciantes también han asegurado que durante el tratamiento son muchas también las que aguardan una media que supera las dos horas en la sala de espera los días que deben asistir a consulta debido a "una mala organización y a la falta de personal". "Y, para colmo, cuando finalmente llega tu ansiado turno, el personal está tan agobiado que no dispone del tiempo suficiente para explicar debidamente el proceso o te recomiendan ir a hacerte pruebas a clínicas privadas si no quieres estar esperando otros seis meses", lamentan.  

Del mismo modo, exponen que muchas de las punciones foliculares que se llevan a cabo en los tratamientos de fecundación in vitro para obtener los óvulos del interior de los ovarios se practican sin anestesia general, a pesar de que es una intervención "muy dolorosa". "Además, no se trata solamente del dolor y el escenario traumático al que se somete un paciente si está consciente durante el procedimientos, sino también los riesgos a los que se expone en caso de moverse", manifiestan. 

Consideran que los protocolos seguidos por la unidad de reproducción asistida de hospital son "indignantes, demasiado cuadriculados y en la mayoría de los casos están abocados al fracaso", pues indican las punciones solo se realizan lunes, martes o miércoles, solo se mandan pruebas específicas cuando hay varios ciclos fallidos o abortos recurrentes.

Las obras en el laboratorio de embriología del Hospital Materno-Infantil de Málaga, que darán comienza en septiembre u octubre y se prolongará, como mínimo, hasta diciembre de 2023, harán que se suspendan durante dicho periodo las punciones foliculares y posiblemente también las transferencias embrionarias de modo que solo se llevarán a cabo inseminaciones artificiales -técnica de reproducción asistida en la que se introduce el esperma en la vagina de la mujer por medios mecánicos-. "Para muchas pacientes esta paralización del servicio supone una espera de ocho meses o más para iniciar un nuevo ciclo", critican.

Las usuarias denunciantes -y UGT, que ha emitido una nota denunciando la situación- han recordado en su escrito que "la infertilidad también es una enfermedad y debe considerarse como tal. Estamos hablando de cientos de familias afectadas en toda la provincia, que ven cómo su sueño de intentar ser padres se ve pospuesto como mínimo seis meses sin ninguna alternativa. Y a esto hay que sumar que en muchos casos la edad (sobre todo de la mujer) es un factor que juega en contra y el año que viene puede que sea demasiado tarde". 

Por su parte, desde el centro sanitario defienden que el Regional está trabajando en la mejora de las instalaciones del Materno Infantil para "mejorar el confort de pacientes y profesiones", lo que aseguran "redundará en una reducción de los tiempos tanto en primeras vistas como en transferencias de embriones congelados e inseminación". 

En cuanto a las punciones ováricas aseguran que "todas se realizan con sedación". "Hoy mismo se ha realizado una punción programada previamente con sedación y así se contempla en los partes quirúrgicos de los próximos meses", indican.