Denuncian a un hospital por la muerte de un niño por supuesta negligencia médica

Los padres de un niño de 4 años de edad han denunciado en un juzgado de Málaga a un hospital de la capital malagueña, después de que el menor falleciera el pasado día 12 de septiembre en ese centro supuestamente "por una negligencia médica por las sucesivas altas hospitalarias a pesar de subsistir la enfermedad". La madre del menor, Pilar García, explicó que el pequeño ingresó por primera vez en mayo y, tras permanecer ingresado en el hospital un total de 20 días, "salió sin diagnóstico".

Según la denuncia, el día 11 de septiembre el pequeño sintió dolores abdominales, por lo que los padres acudieron al hospital donde, tras ser atendido en urgencias, le dieron el alta y le mandaron a casa el mismo día. "Me dijeron que no estaba para ingresarlo, cuando el niño estaba muy mal y no fue atendido", aseguró. Además, el documento relata que tras quejarse nuevamente de los mismos dolores abdominales, lo llevaron al hospital sobre las 1:30, donde permanecieron hasta las 5:30 y tras hacerle analíticas y exploraciones, le volvieron a dar el alta para que se lo llevaran a casa.

"El médico no le hizo nada, sólo lo exploró y le dijo que tenía gastroenteritis", afirmó, al tiempo que expresó que, al llegar a casa, el niño "empeoró". Después de dos horas, prosiguió, "el niño estaba tirado en el sofá, porque no se podía ni mantener en pie, por lo que volví a llevarlo al hospital".

Así, la denuncia, que se tramita en el Juzgado de Instrucción número 4 de Málaga y cuenta con la dirección letrada del abogado Manuel Temboury, añade que el sábado 12 sobre las 10:00 y, "por encontrarse su hijo muy mal y, juicio de los padres, casi con paro cardiaco, lo llevaron otra vez al centro hasta que falleció por la tarde".

"Cuando lo llevé por tercera vez a mi hijo le dio una parada cardiaca de 20 minutos y después cinco más, algo que ni siquiera especificaron en el informe", señaló García, que criticó que, aunque todavía no sabe de qué ha muerto su hijo, ya que se encuentran a la espera de la autopsia judicial, "una persona no se muere de una gastroenteritis en 24 horas". "Es muy fuerte", apostilló. La mujer precisó que el problema fue que "no daban con lo que tenía". "Hay millones de pruebas que podían haberle hecho y que no se le hicieron y, sobre todo, tenían que haberlo ingresado. No sé si mi hijo se hubiera salvado, pero al menos habría estado atendido", apostilló. Según la madre, "los médicos estaban empeñados en que lo que tenía era en el estómago, cuando las pruebas le salieron bien". "Tenían que haber investigado en otro sitio. Han dejado que se les vaya de las manos", agregó.