Las pateras han dejado de embarcar en la costa de Málaga. Ahora buscan otras rutas. Los datos provisionales de la Subdelegación del Gobierno en Málaga recogen que a las costas de la provincia han llegado 16 pateras con 178 migrantes en 2021 hasta el 20 de julio. En todo 2020 llegaron a las playas de Málaga 49 pateras y se registraron en ellas a 941 inmigrantes.

Esto supone que pasado dos tercios del año sólo han llegado a las costas malagueñas un tercio de las embarcaciones que se registraron durante el pasado año. Esta estadística rompe con el dato del resto de la Península Ibérica y Baleares, donde hasta agosto de 2021 han llegado un 42,3% de las pateras que llegaron en el mismo período de 2020 (670 en 2021 por las 471 de 2020).

En el caso de los migrantes llegados, el porcentaje es aún menor, las 178 personas llegadas en patera no llegan a cubrir el 20% del total de las que llegaron a Málaga de esta forma en 2020. Si volvemos a los datos interanuales de la península y Baleares, vemos que este dato también aumentó este año, aunque en menor medida que el número de embarcaciones, un 11,8%, según los datos difundidos por el Ministerio de Interior.

Además de haberse visto reducido el número de pateras, también lo ha hecho el número de inmigrantes por embarcación, si en 2020 la media era de 19,2 personas por patera, en 2021 son 11,25 las que llegan en cada una de las embarcaciones.

El flujo migratorio ahora es más fuerte en Baleares, Murcia, Granada y Almería

Esto se explica por varios factores, según Francisco José Guerrero, de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA). El primero de ellos es que el control en Marruecos, costa de origen de las pateras es mayor. Además, las autoridades marroquíes vienen actuando más en las zonas neutras entre los dos países, cuando años atrás tras el avistamiento de una patera los rescates se solían hacer por parte de las autoridades españolas.

“Pese al problema puntual que hubo en El Tarajal el gobierno de Marruecos ha seguido controlando las migraciones en sus playas y ha seguido actuando sobre las embarcaciones”, afirma Francisco José. Añade que no sólo se está llevando a cabo control migratorio en Marruecos, sino que la Unión Europea está actuando antes de que lleguen a las fronteras, con planes en los países subsaharianos.

De ahí que el perfil esté cambiando, “ahora llegan más marroquíes y, sobre todo, muchas motos de agua con tres pasajeros, por los cayucos que llegaban años atrás con hasta 50 personas, que solían ser subsaharianas”, afirma Guerrero.

A esto se le suma que las embarcaciones están tomando otros puntos de llegada, como Almería, Granada, Murcia o las Islas Baleares, “que además de Canarias están concentrando el flujo migratorio”, señala Guerrero. Señal de esto es que el buque de rescate María Zambrano se encuentra en las costas de Andalucía Oriental actualmente en vez de en las costas malagueñas.

También es una muestra solvente de esto que el Centro de Acogida de Emergencia y Derivación (CAED) de Málaga “sólo abra ahora para acoger a inmigrantes de Granada o Almería, porque los centros de allí están completos y mientras se deriva a los inmigrantes a otros centros”, apunta el experto en migraciones.

Pese a esto, Guerrero no se compromete a vaticinar que la tendencia siga así, “los flujos migratorios son muy volátiles y dependen de muchos factores, a lo mejor mañana una decisión de Marruecos hace que vuelvan a llegar muchas pateras”, avisa.