La Asociación de Hosteleros de Málaga, Mahos, estima que en la capital de la Costa del Sol la entrada en la primera fase de la desescalada diseñada por el Gobierno central está teniendo una respuesta más bien baja por parte de los empresarios del sector. En concreto, el presidente del colectivo, Javier Frutos, estima que puede ser del orden del 20% de los alrededor de 8.000 establecimientos distribuidos en la ciudad el que ha dado el paso de abrir. De estos solo 1.500, aproximadamente, tienen autorización para terraza.

"Va más o menos en la linea de que lo esperábamos", ha afirmado, incidiendo en que es probable que la cifra de bares que han dado el paso adelante sea mayor en los barrios que en el Centro histórico. Al tiempo, cree que los establecimientos que se pongan en marcha irán en aumento conforme pasen los días. 

Una de las razones que pesa sobre la decisión final de los afectados es que el paso a la Fase 1 restringe al 50% la ocupación máxima permitida de las terrazas, impidiendo aún el uso del interior. Desde el Ayuntamiento de la ciudad se ha decretado la posibilidad de ampliar estos metros cuadrados siempre que se cumplan una serie de exigencias urbanísticas y de accesibilidad.

Frutos, además, ha indicado que desde la asociación se ha pedido "mesura" a los empresarios, dado que la decisión de reiniciar la actividad tras dos meses de cierre forzado por el coronavirus implica en muchos casos el rescate de los empleados que estaban afectados por expedientes de regulación de empleo (ERTE), lo que, a su vez, trae consigo obligaciones económicas para los empresarios. "La idea es que las empresas puedan sobrevivir a medio plazo", ha destacado.

Al tiempo, ha apelado "a la responsabilidad de los empresarios y a la observancia de las reglas establecidas de separación de mesas, distancia social e higiene; de protección de los trabajadores, y de vigilancia para evitar aglomeraciones". Y ello con el objetivo claro de poder avanzar en la desescalada "y no quedarnos más descolgados".