El Caminito del Rey, una de las instalaciones turísticas más demandadas de la provincia de Málaga tanto por viajeros nacionales como extranjeros, volverá a abrir este viernes 12 de junio sus puertas tras haber permanecido casi tres meses cerrado a causa del coronavirus.

Se han extremado las medidas de seguridad para evitar contagios y se ha reducido el aforo al 50%, de forma que solo puede ser visitado por 550 personas al día. Durante el mes de junio abrirá solo los fines de semana -viernes, sábado y domingo- y a partir del 7 de julio estará operativo desde el martes hasta el domingo, cerrando solo los lunes para tareas de mantenimiento.

El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, ha visitado esta mañana el Caminito del Rey para dar a conocer las medidas de seguridad acompañado de los vicepresidentes Juan Carlos Maldonado y Margarita del Cid o de varios alcaldes de la zona, entre los que se encontraba el de Antequera, Manuel Barón.

Francisco Salado, esta mañana en el Caminito del Rey.

"El Caminito del Rey es un recurso turístico importantísimo cuya reapertura estaba esperando toda España y todo el mundo, hasta el punto de que se ha convertido en una marca y hay muchos turistas que vienen a Málaga para hacer el Caminito y luego ya visitan otras cosas en la provincia", ha explicado Salado, quien ha comentado que ya se han vendido 8.000 entradas de las 11.500 que se habían puesto a la venta para estas fechas, lo que representa un 70% del total. Ahora saldrán otras 7.000 con motivo del aumento de días de visita.

Salado ha señalado que se ha elaborado un protocolo de seguridad con 130 páginas. Carmelo Fernández, investigador de la Cátedra de Seguridad, Emergencias y Catástrofes de la Universidad de Málaga (UMA), ha precisado que "se ha hecho una profunda evaluación de los riesgos por zonas y se han aumentado los procedimientos de emergencias".

Un cartel con las medidas de seguridad en el Caminito del Rey.

Entre esas medidas, aparte de la limitación del aforo a la mitad, se pedirá a los usuarios que se mantenga una distancia de seguridad entre dos o tres metros entre personas o grupos familiares si están parados y de cinco metros si están en movimiento. Habrá que llevar mascarilla si hay una distancia inferior a dos metros entre las personas y se han habilitado una decena de dispensadores de gel hidroalcohólico durante todo el trazado para desinfectarse las manos. Los operarios también limpiarán las barandillas y otros elementos que puedan ser tocados por los usuarios de forma periódica -entre una hora y dos-, aunque recalcan que solo podrán usar lejía en las entradas y en los aseos al tratarse de un paraje natural, por lo que utilizarán otros virucidas con alcohol para desinfectar el resto de instalaciones. Al acceder al Caminito los visitantes reciben un casco, que es desinfectado tras cada uso, y un gorro de protección que se tira a la basura cuando finalice el recorrido.

Respecto al transporte y desplazamiento de los usuarios entre los accesos norte y sur, que se realiza a través de un autobús lanzadera, aun cuando en la fase 3 ya está permitido que se ocupen todas las plazas, se ha llegado a un acuerdo con la empresa que realiza los viajes para que la ocupación sea como máximo del 50%. Al comprar las entradas en la web se ofrece además un protocolo de seguridad con consejos, recomendaciones e indicaciones a tener en cuenta para realizar la visita.

“Estamos muy ilusionados con la venta de entradas, que pensamos que se iniciará con el turismo nacional”, ha comentado Francisco Campano, uno de los propietarios de Hermanos Campano, la empresa adjudicataria del servicio en el Caminito del Rey. Salado, por su parte, ha asegurado que “la recuperación turística en la Costa del Sol va a ser en forma de V y el interior se está beneficiando de la búsqueda de seguridad por la naturaleza o porque hay más espacios libres”.