Destinos para huir de la crisis

"En mi corazón siempre tengo a España, mi Málaga y mi mar pero veo tan mal a mis amigos con el trabajo que me digo: ¿para qué volver?". Ángel Ruiz es natural de Ciudad Jardín y se fue hace casi cuatro años a Nueva York en busca de una vida mejor cuando sus negocios comenzaron a irle mal. Reconoce que echa mucho de menos su tierra y que cada mañana, al levantarse, lo primero que hace es leer la prensa local malagueña y ver el tiempo para hacerse una idea de cómo está su gente, pero estos no son factores de suficiente peso como para animarle a regresar. Con un contrato fijo nunca se imaginó trabajando fuera de España. "Cuando estaba en la escuela yo decía que para qué quería el inglés si eso no servía de nada y mira ahora donde estoy", recuerda Ángel al echar la vista unos años atrás.

Al igual que él, son muchos los malagueños que han tenido que abandonar sus lugares de origen, su familia y sus amigos en estos últimos años para desplazarse a destinos con más posibilidades e intentar conseguir aquello que anhelaban aquí. Entre los destinos más recurrentes se suelen encontrar el Reino Unido, Estados Unidos, Alemania o Francia. Todos van en busca de un trabajo que les permita conseguir dinero y, en su mayoría, se van con el pensamiento de volver cualquier día.

Elvira Ruiz estudió Turismo en Málaga y también se marchó a Nueva York pero en enero de este mismo año, cuando se decidió por vivir "el sueño americano" tras un viaje que hizo por placer a la Gran Manzana hace cuatro años y tras el cual quedó enamorada de la ciudad. "Estuve viviendo en Londres dos veces para mejorar mi nivel de inglés, y allí vi que aparte de ser imposible, tenía que trabajar mucho por poco dinero. En realidad yo no lo elegí, sólo tenía claro que tenía que ser América, pero la ciudad fue al azar".

Trabaja como au pair con una familia americana que conoció a través de una agencia de Marbella que se dedica a buscar este tipo de trabajos. "Todo fue mediante una agencia para encontrar familia, y podían ser de todas partes de América, así que hice una entrevista por skype y con esa me quedé porque sabía que iba a ser mi familia, ¡y ahora estoy encantada!".

Marta y Julián Romaguera son dos hermanos que desde Torremolinos han viajado a distintos países soñando un futuro mejor. Marta terminó la carrera de Periodismo en 2013 y tras estar probando suerte en algunos medios de comunicación decidió marcharse a Londres donde, afirma, de tener ocasión de poder trabajar como reportera, su tiempo allí sería indefinido. "Londres es magnífico y te abre grandes puertas. Es una ciudad con oportunidades en cada estación de metro por no decir en cada calle".

Por su parte, su hermano Julián abandonó por primera vez su casa en 2006 para ir a Estados Unidos a estudiar Business Management y desde entonces ha estado moviéndose a lo largo del globo terráqueo. Ha estado, entre otros sitios, en Singapur, Tailandia y ahora se encuentra en Camboya donde trabaja como director de campos de golf de la cadena de hoteles de lujo Sofitel. "La principal razón que me impulsó a tomar esta decisión fue la inconformidad con que en España hubiera tan pocas oportunidades para los jóvenes bien preparados en la industria del golf que es lo que realmente me apasiona". Julián reconoce que se vio impulsado a viajar, además de por la situación en España, porque quería explorar nuevas culturas y crecer en muchos otros aspectos como el idioma y en vivencias "que no se enseñan en los libros".

Fernando Ávila es ingeniero técnico de diseño industrial y desde Cómpeta se marchó a trabajar a Londres de donde regresó hace poco. Se fue sin billete de vuelta a España pero tenía claro desde el principio que este destino no era para siempre porque "como en España no se vive en ningún sitio". Lo que más echó de menos durante su estancia allí para mejorar inglés fue la comida de su madre, disfrutar de una cerveza y un espeto en el paseo marítimo y el buen clima.

Viajar por placer es algo que a nadie disgusta porque sabes que volverás a ver tu ciudad y a tus seres queridos pero si te ves en la situación de tener que buscarte la vida fuera porque la situación de tu país no te permite alcanzar tus sueños la cosa cambia.

Son jóvenes con inquietudes y metas por las que luchar día a día pero al igual que ellos muchos malagueños los que se han visto obligados a explorar nuevos destinos como lugares de trabajo.