La jornada de hoy será atípica en el colegio público El Tomillar, situado en el centro del Arroyo de la Miel. No habrá alumnos en sus aulas. El centro cierra sus puertas e interrumpe por un día su actividad lectiva para ser fumigado con el fin de acabar con una plaga de pulgas detectada en la zona de aparcamiento interno del centro. El lunes, si se cumplen las previsiones de la empresa dedicada a la erradicación de estos insectos, volverán las clases con normalidad.

Según explicaron ayer desde la Asociación de Padres y Madres Coelto, los productos "tienen que estar entre 24 y 48 horas actuando para ser efectivos, por eso se hace el viernes por la tarde para que de tiempo a la fumigación durante el fin de semana". Tanto alumnos, como profesores y padres han sufrido molestias derivadas de las picaduras, que se detectaron "a principios de esta semana". Pero antes de proceder a la fumigación se tuvo que certificar que eran las pulgas las causantes de las reacciones en la piel de niños y adultos. "Se ha realizado una inspección por parte de Sanidad, que detectó efectivamente un foco en la zona de aparcamiento interno del colegio", agregaron desde el AMPA.

A pesar de que está localizado en una parte concreta del colegio, el tratamiento se hará en todas las instalaciones de este centro en el que estudian unos 800 alumnos y que tiene unos 30 años de antigüedad. "El riesgo también es que se lo traigan a casa en la ropa, yo tengo picaduras y no he ido al colegio, por lo que mi hijo habrá venido con la pulga en el pantalón, esto puede suponer que la plaga se propague por cientos de hogares, puede ser mucho peor", decía ayer una madre del centro. Por eso, en cuanto algunos conocieron que efectivamente se trabaja de pulgas dejaron de llevar a sus hijos a clase. "No solo por el temor a que los niños sufran picaduras, sino también para que no se propague", comentaban desde el AMPA.

Es la primera vez que pasa algo así en el centro en los últimos años y desde la asociación de padres no han querido ser alarmistas. Sin embargo, algunos progenitores criticaban ayer que no se hubiera cerrado el centro en cuanto se certificó por Sanidad de que se trataba de pulgas. Aún así, esperan recuperar la tranquilidad a partir del lunes.