Detenidas 25 personas por tiroteos entre clanes rivales

La Policía Nacional asegura que habrá "tolerancia cero" y que actuará con total "contundencia" para dar respuesta a las "exhibiciones groseras" de armas por parte de clanes rivales vinculados al tráfico de drogas que han tenido lugar estos meses. Los últimos enfrentamientos se han saldado desde el pasado mes de febrero con la detención de 25 personas, ocho de ellas el miércoles en la barriada malagueña de la Palmilla, considerada por los investigadores como el lugar de asentamiento de los principales grupos familiares de la ciudad vinculados al tráfico de estupefacientes.

En esa última actuación, la Policía llevó a cabo seis registros en inmuebles de calle Cabriel y su entorno, donde fueron hallados ocho catanas, 13 machetes, dos revólveres, espadas y bastones de estoques, un dispositivo de descarga eléctrica, un cargador y útiles para el cultivo de marihuana, entre otros.

Todos los episodios, según explicó el jefe de la Comisaría provincial, Francisco López Canedo, están protagonizados, supuestamente, por los mismos clanes "que van proyectando sus diferencias en distintos puntos". Se trata de problemas, principalmente de tipo cultural por cuestiones de honor y relacionados con el control del mercado de la droga. "Las generaciones nuevas no acatan las normas respetadas en ese clima cultural", añadió el responsable. La Policía relaciona históricamente a estas bandas con los delitos de extorsiones, blanqueo de capitales, tenencia ilícita de armas y lesiones.

El primero de los incidentes que, en palabras del subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, llevó a un análisis más exhaustivo de la situación se remonta al pasado 3 de febrero, cuando en el barrio de Los Asperones un hombre de 32 años murió tras recibir varios impactos de bala por parte, supuestamente, de miembros de un clan afincado en esa zona. Se produjeron entonces las primeras siete detenciones. El día 24, otros altercados ocurridos, esta vez, en la calle Trinidad entre clanes rivales acabaron con cuatro arrestos y la intervención de un arma corta de fuego y munición.

El 9 de mayo volvieron a saltar las alarmas con un nueva trifulca en La Palmilla, donde dos familias enfrentadas exhibieron armas de fuego, según la Policía, "de manera intimidatoria". Aunque los supuestos responsables ya habían huido, los agentes hallaron munición en calcetines y buzones de algunas viviendas y un revólver. Solo dos días después, se registró otra "exhibición con chalecos antibala sin ningún tipo de ocultación". La noche del 14 hubo "tres incidentes muy serios -en la plaza de los Cristos- con arma de fuego en tres momentos de la noche distintos". Unos episodios, al parecer, motivados por "unas infidelidades". La Policía también se los atribuye a las dos bandas enemigas. "Disparaban a coches y fachadas. Se recogió munición de distinto calibre", apuntó el comisario jefe.

Las pesquisas condujeron hasta la zona de Las Castañetas para localizar a varios fugitivos. "Recibieron a la Policía a tiros. Se nos disparó en nueve ocasiones. Montamos un operativo con todos los medios a nuestro alcance y, a las 4:00, fueron detenidas seis personas", detalló López Canedo, que mantendrá puesto "el foco" en los "puntos negros". El miércoles, con la autorización judicial correspondiente, los efectivos desplegaron un fuerte dispositivo que culminó con arrestos, varios de ellos fugitivos en busca y captura para su ingreso en prisión. "Desde las 5 de la mañana se cerró La Palmilla. Intervino un helicóptero y agentes de las comisarías Norte, Centro y Oeste, además de la Policía Judicial y Seguridad Ciudadana", resaltó. Tanto el subdelegado del Gobierno como el comisario insistieron en que no se pretende "criminalizar" a las barriadas ni a los colectivos implicados, pero subrayaron que no van a "permitir" que de "forma impune" se usen "armas y se lleven a cabo actos criminales".