Cuatro personas han sido detenidas por la Policía Nacional por el robo de cientos de máquinas dispensadoras de agua y se han recuperado en Málaga 300 de ellas, de las 700 denunciadas como sustraídas por la compañía.
La investigación se inició a raíz de la denuncia interpuesta ante agentes de la Guardia Civil, en San Juan de Aznalfarache (Sevilla), por el propietario de una empresa dedicada a la distribución a nivel nacional de dispensadores de agua y café para hostelería, según ha informado la Policía.
Dos de los arrestados por su presunta implicación en los hechos trabajaban para la empresa afectada como repartidor y encargado de almacén, respectivamente.
El afectado denunció que desde hacía varios meses se habían producido mermas en el inventario, que le faltaban centenares de sus máquinas y que había visto dispositivos similares a los que comercializa en el mercado de segunda mano, en Internet.
Durante la investigación los agentes localizaron varias páginas online donde había anuncios de compraventa en los que ofertaban, a un precio muy por debajo de su valor, máquinas con características similares a las sustraídas.
Inicialmente, los agentes consiguieron localizar 50 máquinas dispensadoras de las supuestamente sustraídas en una nave del polígono Guadalhorce, que iban a ser puestas a la venta en España y Marruecos, por lo que se detuvo a un supuesto receptador que tenía en su poder los efectos.
Tras esta primera intervención se sucedieron otras hasta llegar a 300 máquinas recuperadas -de las 700 denunciadas por la compañía-.
Durante las investigaciones se localizó a un varón, de procedencia marroquí, que una vez identificado resultó ser un encargado de un almacén que la empresa perjudicada posee en Torremolinos (Málaga).
Según las pesquisas, el mozo de almacén y un repartidor habrían sustraído máquinas del lugar de trabajo para luego darles salida en el mercado negro.
En el balance de la operación, llevada a cabo por agentes de la Comisaría de Distrito Oeste en Málaga, fueron detenidas cuatro personas por su presunta responsabilidad en los delitos de hurto continuado y receptación, según cada caso.
Además, se lograron recuperar 300 máquinas valoradas en unos 60.000 euros, y se comprobó, a través de sus números de series, que las mismas no habían sido desechadas por la empresa y se encontraban activas.
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