La exalcaldesa de Manilva, Antonia Muñoz, ha sido detenida este martes por su presunta implicación en una trama de blanqueo de capitales que tendría su epicentro en la Costa del Sol, en Málaga. Junto a esta hay otras 13 personas arrestadas, según ha confirmado la Policía Nacional.

La investigación, de la que no han trascendido muchos más detalles, se está llevando a cabo desde Madrid, de manera conjunta entre agentes de la Unidad Adscrita a la Fiscalía Anticorrupción de la Comisaría General y de la Sección de Blanqueo de Capitales de la Comisaría de Málaga.

Las mismas fuentes señalaron que las diligencias han sido declaradas secretas, y que la operación sigue abierta. En principio, según precisaron, los 14 detenidos están siendo investigados por delitos de carácter económico, en concreto, por blanqueo de capitales.

Según publica El Mundo, la detención de la exregidora de Manilva se enmarcaría en una operación contra el blanqueo de capitales a través de inversiones inmobiliarias, con participación en un entramado italiano cuyo fin último era el blanqueo de capitales de procedencia ilícita con la adquisición de activos inmobiliarios en la zona.

Antonia Muñoz se vio envuelta en sonados escándalos por enchufismo durante el tiempo en que estuvo al frente del Ayuntamiento de Manilva. Esto la llevó a abandonar Izquierda Unida, obligada por el partido, cuando la dirigente tenía varias causas judiciales abiertas, motivadas por presuntas irregularidades en la contratación de cerca de un centenar de familiares y simpatizantes políticos y por el pago de 666.000 euros a empresas vinculadas a la exalcaldesa, su marido y un familiar.

Fue alcaldesa de Manilva en tres ocasiones. La primera en 1999 gracias a un acuerdo de gobierno entre IU y el PSOE. Apenas duró unos meses. En 2000 el entonces socialista Emilio López Berenguer se hizo con la Alcaldía tras presentar una moción de censura respaldado por el GIL, lo que le valió su expulsión del PSOE. Muñoz recuperó el bastón de mando en tras las elecciones municipales de 2007.

En 2013, ya en mitad de serias dudas sobre la rectitud de su gobierno y sospechas de enchufismo, y después de que las direcciones provincial, regional y federal de IU le pidieran su dimisión en reiteradas ocasiones, Antonia Muñoz presentó su baja de la formación de izquierdas. Junto con ella lo hicieron sus otros seis concejales. Muñoz mantuvo la Alcaldía pasando al grupo de no adscritos, hasta que un año más tarde, en 2014, dejó el cargo acorralada por los tribunales.