La carestía de agua comienza a ser un problema acuciante para todos. También para las administraciones públicas. En este sentido, el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, ha dado a conocer este miércoles un nuevo plan de ayuda para hacer frente la sequía dotado con 17 millones de euros. La inyección monetaria, a repartir entre los 103 municipios de la provincia y dos entidades autónomas, será aprobada en el próximo pleno. 

Salado ha detallado que se trata de una transferencia de fondos inconcidionados para que los ayuntamientos puedan "dar respuesta al coste del agua" de la manera que estimen oportuna. Ya sea mediante "la compra de cubas", como ya hacen algunos; o a través de "mejoras de la infraestructura hídrica", como "reformas en la red, sustitución de tuberías o aumentando la capacidad de almacenamiento". Y ha afirmado que de ello "depende nuestro futuro" por lo que les pide "responsabilidad" a los alcaldes, aunque está "seguro de que ellos son los primeros que saben donde invertir mejor el dinero".

El nuevo plan contempla un "factor de reequilibrio" en función de los habitantes censados para dar prioridad a los que tengan menos, puesto que "entendemos que los grande Ayuntamientos cuentan con fondos". Así, las partidas van desde los 100.000 euros para las demarcaciones de menos de 500 pobladores a los 340.000 euros que se otorgarán a los de más de más de 100.000 censados. 

El también regidor de Rincón de la Victoria asimismo ha querido compartir públicamente su "intranquilidad" por cómo pueda afectar la sequía, así como las medidas extraordinarias requeridas para paliarla, al sector del turismo, en plena temporada alta, ya que los cortes "influyen en la calidad de servicio del usuario".

No osbtante, ha precisado que "los ciudadanos lo entienden, porque no es algo puntual en la Costa del Sol sino que se produce en más sitios". En este sentido, ha incidido en que del agua dependen prácticamente todos los sectores económicos y productivos, y cualquier tipo de planificación de cara al futuro debe tener en cuenta los recursos.

Salado además ha calificado de "prioritario" atajar la reparación de averías. Y es que la Diputación ya realizó un estudio para detectar fugas y arrojó datos "preocupantes": se detectaron 452 escapes y una pérdida de casi 7,5 hectómetros cubicos al año, el equivalente al abastecimiento de una población de 100.000 habitantes durante ese intervalo completo. "Esos municipios ahora tienen la oportunidad, y yo diría que la obligación, de emplear ese dinero en mejorar las redes de abastecimiento”, ha afirmado. 

Durante su discurso de investidura, del que ahora se cumple un mes, Salado ya señaló que su mandato estará marcado por las medidas para paliar la sequía, menester para el que dedicará 200 millones de euros (50 por ejecicio) durante los próximos cuatro años. 

Una aportación de liquidez que servirá, entre otras cosas, para investigar cómo reutilizar las aguas de las 47 depuradoras provinciales con fines de riego agrícola; fundamentalmente en áreas castigadas por la sequía como el Bajo Guadalhorce y la Axarquía. Acción que supondría generar unos 10 hectómetros cúbicos extracada doce meses, la suficiente para “regar 2.000 hectáreas de cultivos leñosos y ahorrar en los pantanos y pozos una cantidad como para abastecer anualmente a una población de 130.000 personas”, según explicó entonces. 

Igualmente, Salado ha resaltado el apoyo de la Diputación a los municipios con cifras de transferencias e inversiones "como no se habían realizado nunca". Al respecto, ha precisado que, en lo que llevamos de 2023, se han destinado 72,15 millones de euros en diversos planes: 17,5 millones como fondos incondicionados para abastecimiento de este bien; 17,9 millones de euros para obras de infraestructuras culturales, sociales, deportivas e hidráulicas; 16,2 millones como fondos incondicionados no finalistas y 20,4 millones para diversos programas de obras y servicios del Plan Provincial de Asistencia y Cooperación.