Málaga

Diversión para todos en los 'cacharritos' del Real

  • En total hay 101 atracciones mecánicas, 56 de ellas son para los más pequeños

  • La más alta de todas supera los 70 metros de largo

Algunas de las atracciones del Real.

Algunas de las atracciones del Real. / Jesús Mérida

El sonido es inconfundible y peculiar. No falla el de la tómbola con la minimoto, el pitido de los coches de choque y el que no se despega del micrófono para narrar lo que sucede dentro de la olla. Bueno, y el reggaetón. Cuando todas esas sonoridades convergen solo puede estar sucediendo una cosa, la Feria. Un sinfín de diversión para todas las edades concentrada en una explanada que pasada las fiestas volverá a quedar desierta.

La Feria de Málaga comenzó el pasado sábado, y con ella las luces de colores y el olor a patata asada inundaron el Real Cortijo de Torres. Un total de 101 atracciones mecánicas, 56 de ellas para los más pequeños ofrecen risas, miedo o adrenalina por unos minutos. Celia y Rodrigo pagaron 12,5 euros cada uno para ser lanzados por el Tirachinas. Ella bajó tocándose la cabeza. "Hay que tener el cuello rígido, si no te puedes hacer daño" confesó. Aún así han disfrutado muchísimo del lanzamiento, aunque la mejor sensación para ellos fue "la de los primeros segundos".

El Gigant XXL es la más alta de todo el recinto ferial, mide unos 70 metros y medio, y allí que fue Manuel con su grupo de amigos para montarse por segunda vez en el péndulo giratorio, donde solo los más atrevidos son capaces de desembolsar los 4 euros. Las clásicas montañas rusas, los coches de choque, la noria o el típico saltamontes no podían faltar este año. Son las atracciones más tradicionales de estas fiestas, aunque algunas se modernizan. Tras la prohibición de los ponis como atracción de Feria en 2014, los amantes de este tiovivo viviente se tienen que conformar con la recreación mecánica, pero los más pequeños se lo pasan igual de bien.

Una vez más, la oferta de cacharritos contenta a todo el mundo, incluso a los más nostálgicos que pueden disfrutar por cuatro euros de unos minutos en el Grand Prix el mítico programa de vaquillas presentado por Ramón García.

Las atracciones acuáticas también tiene una gran seguimiento entre los que se acercan al recinto. Sea con chubasquero o sin el, siempre viene bien darse un refrescón de vez en cuando para aliviar el calor que azota a Málaga durante el verano. Los niños corren, y algunos miran alucinados algunas atracciones que tardarán algunos años en montarse, otros lloran porque se han arrepentido cuando ya no se podían echase atrás. Hay mayores que bajan mareados y otros que tienen cara de auténtica euforia. Es la Feria en estado puro, con sus clásicos olores, sonidos y luces, que no confunden a nadie. Y que hay que disfrutar de en año en año. Ahí reside su esencia.

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