Docentes exigen que no les culpen de los resultados de las pruebas de nivel

Educación evalúa los conocimientos de lingüística y matemáticas de 30.000 alumnos de Primaria y Secundaria con preguntas que "no se ajustan" a lo impartido en clase

Alumnas de Secundaria realizan una prueba de evaluación en un colegio.
Esperanza Ruiz / Málaga

24 de mayo 2011 - 01:00

No están de acuerdo con el contenido de las pruebas de rendimiento escolar que la Junta de Andalucía ha llevado a cabo en la provincia a unos 30.000 alumnos de cuarto de Primaria y segundo de Secundaria. Profesores de la provincia aseguran que las preguntas "no se ajustan ni al vocabulario que conocen los menores ni al contenido que se imparte en clase, según se establece en el programa educativo". Por ello, exigen a Educación que no culpen al profesorado de "los malos" resultados que se obtenga en estas pruebas de nivel como ocurre "año tras año".

Las pruebas se realizaron los pasados días 10, 11 y 12 de mayo. A través de cuadernillos de un contenido "muy denso" y que "en muchas ocasiones no daba tiempo a terminar" se examinó al alumnado de razonamiento matemático, comunicación lingüística y competencia social y ciudadana. Los profesores son los encargados de corregir estos cuadernillos elaborados por expertos de la Agencia Andaluza de Evaluación Educativa (Agaeve). Seguidamente deben enviar los resultados de sus colegios a Educación, quien elaborará un informe conjunto de la provincia.

"Generalmente en estos informes se constatan deficiencias educativas en el alumnado. En muchas ocasiones esta percepción no es real puesto que los alumnos no pueden contestar correctamente a preguntas que no han dado en clase. Al final se culpa a los profesores de la baja calificación en vez de ajustar los contenidos de las pruebas con lo que los estudiantes cursan", señalan los docentes indignados.

En el cuadernillo de comunicación lingüística de Primaria se podían ver textos cuyo vocabulario no se ajusta al de niños de 9 y 10 años. Uno de estos texto trataba sobre los buitres. En él se podía leer "(...) Sus hábitos alimenticios, al situarse en la cúspide de la pirámide ecológica como basureros, hace de ellos una pieza fundamental de la trama ecológica al limpiar el foco infeccioso (...)". Los profesores aseguran que tuvieron que explicar en contenido de este texto porque los alumnos "no lo comprendía". "Palabras como cúspide, trama ecológica o foco infecciosos no son comunes en el vocabulario de estos alumnos", asegura una de las profesoras consultadas. Algo parecido ocurrió con la prueba de matemáticas. El contenido de las preguntas era demasiado "denso, con muchos datos y la mayoría de los alumnos se perdían cuando leían el problema, ni llegaban a las preguntas", aseguran los docentes. "Si se adecuase estas pruebas al contenido del programa escolar mejorarían los resultados", aseguraron los profesores, quienes añadieron que es "la propia Educación quien también falla a la hora de elaborar estas pruebas".

Algo parecido ocurre con las pruebas de Secundaria. Según los cuadernillos a los que ha tenido acceso este periódico, las gráficas y estadísticas que se contemplan en algunos de estos exámenes no se imparte hasta finales de curso, por lo que los alumnos desconocen cómo resolver los problemas.

Respecto a las pruebas de competencia social y ciudadana la mayor queja de los profesores se centra en que "había tantas preguntas que era imposible terminarlas en las casi dos horas que duran las pruebas".

Por su parte, el portavoz de la asociación de Profesores de Instituto de Andalucía (APIA), Gonzalo Guijarro, añade que el hecho de que las pruebas carezcan de cualquier efecto sobre el expediente académico de los alumnos "favoreció a que muchos no contestasen por desidia". Asimismo, denuncia que la elaboración de estos cuadernillos "ha costado al erario público 413.000 euros", cuando, según asegura, "su precio no supera los 250.000 euros".

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