Drogas, escopetas, pijamas y niños

Bajo el amparo de la noche y el inconveniente de la copiosa lluvia, decenas de agentes de la Policía Nacional se desplegaron ayer en la barriada marbellí de Las Albarizas para asestar un importante golpe a un peligroso clan de supuestos traficantes asentados en la zona.

Los agentes irrumpieron en el edificio con sigilo, pero apenas bastaron unos segundos para que la noticia de la presencia policial saltara como la pólvora de casa en casa. No se oía un murmullo, pero las ventanas del voluminoso bloque intervenido y de los colindantes empezaron a encenderse con rapidez.

El registro policial se prolongó a lo largo de cinco horas y media en las que la tensión fue incrementándose a medida que se hacía de día. Apenas una decena de niños acudieron al colegio ubicado justo enfrente de donde se desplegó el operativo.

La presencia de una veintena de policías escopeta en mano y con dos furgones policiales aparcados en mitad de la calle, contrastaba con la decena de personas en bata y pijama que asistían al espectáculo y con los niños de corta edad que entraban en el colegio.

El despliegue policial, en el que participaban investigadores de la comisaría de Marbella ataviados con pasamontañas y efectivos de la Unidad de Intervención Policial, que establecieron un perímetro de seguridad, se inició a las 7:00 y concluyó sobre las 12:30, tiempo en el que fueron registradas tres viviendas y fueron arrestadas al menos tres personas, dos mujeres y un hombre. Los agentes detuvieron primero a una mujer de mediana edad, que salió todavía en pijama y con las manos esposadas bajo una manta. Unas dos horas después y al término de la operación, salió del edificio y también con los grilletes en las manos una pareja joven.

En las inspecciones domiciliarios se descubrió un pequeño invernadero desmontable destinado al cultivo de marihuana y otras sustancias estupefacientes, así como otros objetos que fueron incautados.

Éstos tuvieron que utilizar un ariete para abrir las puertas y los Guías Caninos colaboraron en la minuciosa búsqueda de los narcóticos.

Las Albarizas es, desde hace años, el barrio más deteriorado de Marbella. Ni la calle donde se encontraba el edificio de la redada, ni el colegio de enfrente tenían nombre. Como si no existieran, en un barrio olvidado, donde se concentra una conflictividad que no deja de consolidarse.