"Venir al concurso de cortados de jamón de Ronda es como hacerlo a una Goyesca", explica Leocadio Corbacho, el gran impulsor del concurso rondeño que se celebraba cada año coincidiendo con la Real Feria de Mayo. Los mejores quieren estar en la cita de la ciudad del Tajo, y es que estamos ante uno de los concursos con mayor solera de España, dado el peso que tiene la familia Corbacho en el sector, al ser una saga que cuenta con varios campeones de España de corte de jamón, lo que les confiere un gran respeto entre los profesionales.

Ayer algunos de los cuchillos más prometedores tuvieron la oportunidad de medir su habilidad ante un jamón ibérico con un tiempo máximo de dos horas, en el que, además de cortar completamente el jamón, tienen que confeccionar varios platos con diferentes zonas de cada pieza y un plato denominado artístico. También tienen que lograr acercarse lo máximo posible a un plato que contenga 100 gramos de jamón en lonchas, para lo que tienen dos intentos. Es una de las pruebas a realizar que mayores aplausos arranca entre el público asistente conforme se van cantando los pesajes y se aproximan a la cantidad exacta.

La gran cantidad de platos a preparar y los muchos puntos del corte que controla el jurado hacen que en ocasiones a los cortadores las dos horas del tiempo máximo les vengan cortas. Además, también se puntúan aspectos con la vestimenta del cortador, la limpieza a la hora de trabajar, el grosor de la loncha o el tamaño de la misma. Dos cualidades estas últimas que se consideran muy importantes a la hora de comer jamón, ya que el del grosor y la longitud de la loncha pueden hacer que se trate de un bocado exquisito o de un elemento que puedan resultar incómodo de comer si algunos de estos dos elementos no es el adecuado. "Si el jamón resulta incómodo a la hora de metérselo en la boca no es nada agradable", explica uno de los componentes del jurado.

El particular duelo de cuchillos se decantó ayer del lado de Francisco Rivero, un cortador de Cazalla de la Sierra que es sordomudo y al que su discapacidad no le ha impedido convertirse en ganador de uno de los concursos más prestigiosos. Una victoria que su él y su familia celebraron efusivamente tras conocer el veredicto del jurado.

Y mientras los ocho cortadores sacaban el mejor corte de cada uno, el público asistente tenía la oportunidad de ir disfrutando de los platos cortados a precios populares. Un público entre el que se encontraban bastantes turistas, que no dudaron en observar cómo se corta el jamón y degustar uno de los productos más populares de España.