Educación para cambiar el mundo
El psiquiatra argentino Jorge Bucay ofrece una conferencia sobre "la familia como escuela de vida" Los dos pases congregaron a casi 1.000 personas en la Diputación
"Qué buena tarde hace en Málaga y qué mala idea pasarla escuchando a Bucay". Esta es la máxima con la que el psiquiatra Jorge Bucay se presentó ayer en Málaga. Una visita que congregó, al contrario de lo que auguraba, a cerca de 1.000 personas en el auditorio Edgar Neville de la Diputación. Dos sesiones -debido a la demanda generaba por el argentino- cuya base principal fue la interacción con el público al que, durante ambos pases, hizo intervenir en multitud de ocasiones. Historias personales, diapositivas, vídeos, fotografías y sus conocidos cuentos marcaron la hora y media de charla en la que Bucay se centró en el papel de "la familia como escuela de vida". Una pilar que, para el ponente, resulta esencial en la educación de los hijos. "La verdadera educación tiene que venir de la familia, que desde un punto de vista estructural no deja de ser una escuela", agregó.
Así, frente al volátil cambio que experimenta el mundo tanto por los avances tecnológicos como por la mutabilidad de los valores, Bucay estableció la educación como el punto clave "para conseguir mejorar el entorno". En este sentido, para el psiquiatra argentino uno de los principales errores se centra en enseñar partiendo del éxito: "Las familias educan a sus hijos para ser exitosos y no para ser felices". Por el contrario, bajo su punto de vista, convendría "enseñar a compartir".
Los asistentes a la conferencia, muchos de ellos seguidores de Bucay y lectores de sus libros de autoayuda, se impregnaron del pensamiento de Bucay, quien estableció otros dos pilares de la educación al margen de la familia: la escuela y la sociedad. "La educación es un factor social, pero depende de la escuela y principalmente de la familia", recalcó.
Para ejemplificar sus palabras, Bucay utilizó un reciente estudio realizado que muestra que el 80% de los presos del mundo son analfabetos. El argentino, que también trabaja en cárceles de México, encontró por su parte que el 92% de los presos que estudian en prisión una carrera no vuelven a delinquir y que el 75% de los que no lo hacen vuelven a cometer el mismo delito en un periodo de tres años. "Si la sociedad no educa a sus jóvenes está haciendo que el 80% de ellos cometa un delito y que el 75% recaiga en el que ya cometió. No sólo son importantes los programas educativos, sino también educar en sociedad. Por ello, un mundo sólo se cambia con educación".
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