Elaboración al mejor precio

El restaurante La Scala es un negocio familiar que abrió sus puertas hace relativamente poco, poco más de dos años, en abril de 2010. Ricardo, propietario del restaurante, junto con su hijo, Sebastián, y la mujer de éste, decidió embarcarse en este proyecto y montar una pizzería particular a pesar de que la situación económica del país no acompañaba. A día de hoy ya son ocho trabajadores en total.

Tras 35 años de experiencia como chef en Argentina y otros tantos en España, en algunos restaurantes de Marbella como Rancho Grill o Le Papillon, la palabra crisis no tiene cabida en el haber de este curtido cocinero. Quizás el haber vivido tanto tiempo en Argentina una situación parecida a la que pasa España en este momento le ha ayudado a saber moverse en época de crisis. "Siempre le digo a un amigo: de los cincuenta años que he estado en Argentina, cuarenta y nueve estábamos en crisis", asegura Ricardo entre risas. Para él no hay fórmulas de éxito ante situaciones tan críticas, su único secreto lo conforman cuatro pilares fundamentales que, según él y aunados con mucho trabajo y sacrificio, son los cánones a seguir en cualquier negocio hostelero que se precie: la calidad de los productos, la calidad del servicio, el cumplimiento de una política de precios razonable y acondicionar un lugar para que sea agradable.

De esta forma, al entrar en la pizzería, encontramos un lugar agradable, con una decoración cuidada y con unos camareros preocupados por la satisfacción de los clientes. El olor a pizza y a típica cocina italiana se reconoce al instante y seduce a todo el que entra de forma rápida. En las mesas divisamos multitud de comensales disfrutando de sus múltiples especialidades, platos variopintos que combinan la tradicional comida italiana con algunos platos mediterráneos y comida casera.

El local, situado en la Avenida Imperio Argentina, está abierto en Parque Litoral, una zona de reciente construcción próxima al Martín Carpena y a la que se antoja como la zona más deportiva de la ciudad. Así sus menús dan de comer a cantidad de vecinos y trabajadores de los establecimientos, bancos y oficinas de alrededor.

Con un horario bastante generoso, de lunes a domingo, la cocina de La Scala permanece abierta desde la 13:00 hasta las 17:00 y con su carta intentan ofrecer un menú que se acerque a todos los paladares. Pizza carbonara, boloñesa, tonno, con atún fresco y cebolla caramelizada (una de las más demandadas), macarrones, fetuccini, tortellinis, lasaña o raviolis y el plato estrella: sorrentino de salmón y nuez con salsa de langosta y gambas aúnan protagonismo en la carta con carnes y platos mediterráneos como el salmorejo o las ensaladas, todo es de fabricación casera y cumple las expectativas de los más exigentes.

Entre los cuatro platos de primero tenemos ensalada mixta, ensalada griega, salmorejo y macarrones. De segundos el repertorio es también amplio, Merluza al horno con salsa roquefort y verduras, jamoncito de pollo con salsa de verduras , escalopín de lomo de cerdo a la pizza, raviolis de jamón y queso con salsa carbonara y lasaña de verduras. El pan, la bebida y el postre ponen la guinda al menú, del que podemos disfrutar por un precio redondo de 10 euros. Comida de restaurante a precio de bar.