Emasa exige un gasto de agua alejado de la media nacional para pagar menos

Los 142 litros por persona y día se acercan más al consumo real, teniendo en cuenta unos hábitos relativamente normales, que los 112 que la empresa entiende como adecuados

El gesto de lavarse las manos conlleva un consumo de 2 litros de agua.
El gesto de lavarse las manos conlleva un consumo de 2 litros de agua.
V. Bayona · S. Sánchez Málaga

16 de enero 2014 - 01:00

El escenario de consumo moderado que establece Emasa (Empresa Municipal de Aguas) para que las viviendas de uno y dos habitantes no sean penalizas en la factura, de 112 litros por persona y día, está sensiblemente alejado no sólo del gasto medio nacional, sino también de un hábito de consumo relativamente normal. Según las estimaciones realizadas por este periódico, un vecino que se duche, que tire de la cisterna cinco veces, se lave otras tantas veces las manos, cocine y lave los platos y ponga tres lavadoras a la semana, gastaría del orden de 142 litros por día. La cifra coincide con la última media nacional publicada por el INE (Instituto Nacional de Estadística) correspondiente a 2011 y sobrepasa en 30 litros diarios el pico marcado por la empresa malagueña.

La filosofía de la sociedad municipal de agua de aplicar la media de 2011, la más baja de los últimos años, choca, por tanto, con las cifras de consumo nacionales que para ese mismo ejercicio ascienden a 142 litros por persona y día. De hecho, en los datos que ofrece el INE ni una sola comunidad se acerca al consumo medio de la capital; Andalucía está dos litros por debajo de la media nacional, mientras que en el País Vasco, la comunidad con el consumo más moderado, la media es 117 litros diarios por habitante. En base a esto y teniendo en cuenta el cálculo de consumo moderado se acerca más a la media nacional que a la utilizada por Emasa, las viviendas compuestas por un solo miembro o dos, que suponen la mitad de los hogares de la capital (107.698 por los 58.997 hogares de más de cuatro miembros), incrementarían su factura un 57% con un consumo de 142 litros al día. Evidentemente, las personas que viven solas serían las más perjudicadas porque el aumento para ellas sería del 75,9% sobre el antiguo recibo. Las familias a partir de cuatro miembros, sí que ven una reducción en sus facturas de entre el 9 y el 24%, en el caso de las de seis personas.

Incluso tomando como referencia la media de consumo malagueña aportada por la empresa, las facturas incrementan su precio aplicando los nuevos bloques, aunque sea unos euros. Emasa se ha comprometido a bonificar a todos los que tengan un consumo por debajo de los 112 litros por persona y día, pero por el momento la mitad de los hogares de la capital (los habitados con una o dos personas), aún consumiendo justo esa cantidad incrementarían su factura un 31%. El principal problema con la nueva facturación es que el salto entre el primer y segundo bloque se produce en cuanto una persona gasta algo más de 66 litros al día, por lo que con una ducha y cinco cisternas diarias, ya se pasaría al segundo de los tramos de pago.

Si el consumo de cada malagueño se situara justo en la media que establece Emasa, según los cálculos realizados por este periódico, la empresa municipal recibiría unos 120.000 euros menos cada dos meses, respecto a la antigua facturación, ya que la bajada a las viviendas de más de cuatro miembros sería mayor que la subida incrementada en el resto de los hogares. Sin embargo, en la medida en que el consumo aumenta y se aproxima a la media nacional, el cifra negativa se torna en positiva, hasta el punto de que consumiendo justo 142 litros por día y persona, Emasa ingresaría casi 200.000 euros más en cada periodo facturado, sobre lo recibido con los antiguos recibos con el mismo consumos. Y todo ello gracias a las familias de hasta tres miembros (el 72% de los hogares malagueños), que sufrirían un incremento medio en sus facturas del 41%.

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