Emasa demanda a 280 usuarios por no pagar la factura del agua en 2008

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El impago de la factura del agua llevó el año pasado a los tribunales a 280 usuarios de la capital malagueña. La Empresa Municipal de Aguas (Emasa) demandó a estos clientes después de haber agotado todas las vías para tratar de recuperar el casi millón de euros que adeudan y que en la mayoría de los casos son grandes consumidores como urbanizaciones de vecinos.

La vía judicial es la última opción a la que se acude para cobrar estas deudas que únicamente representan el 1,5% de los 60 millones de euros que la empresa municipal factura al año o, lo que es lo mismo, unos 900.000 euros.

Pero los procedimientos judiciales suelen dilatarse demasiado en el tiempo y la media para cobrar los impagos ronda los dos o tres años. Algunos incluso superan los siete años como ocurrió en el caso de los cuatro millones de euros que la Autoridad Portuaria de Málaga tuvo que pagar a Emasa tras una resolución judicial.

Normalmente Emasa opta por esta vía cuando la deuda acumula un retraso de más de un año y ya se ha cortado el suministro como medida de presión. El año pasado hubo que cortar el agua a 5.628 clientes.

Antes se intentan otras fórmulas menos contundentes para que los usuarios abonen las facturas impagadas y la ratio de eficacia de la gestión de cobros del servicio de agua de Emasa se sitúa, según aseguró a este periódico la concejal de Medio Ambiente, Araceli González, en el 98,5% sobre el más de 1.050.000 facturas que se envían cada año.

El aviso vía telefónica de un posible corte del suministro de agua si no se abona la cantidad pendiente resulta muy eficaz. Casi el 80% de los clientes suelen pagar la factura pendiente en un plazo inferior a dos días desde que se le advierte de este extremo.

Sólo el año pasado Emasa realizó 2.604 avisos por teléfono, mientras que envió un total de 25.617 cartas reclamando la deuda.

Muchos de los impagos, señaló la edil, sobre todo en el caso de los particulares se deben a "un simple despiste" al no haberse percatado de la devolución del recibo del agua por parte del banco.

Aunque también los hay que tratan de defraudar a la empresa municipal de forma absolutamente consciente. Es el caso de una usuaria que ha sido demandada por Emasa por engancharse a la red de abastecimiento de manera irregular durante cinco años y no pagar las facturas entre 2003 y 2005. La Fiscalía de Málaga exige una multa de 3.000 euros y una indemnización de 463 euros por los daños ocasionados a la empresa durante este tiempo.

Son situaciones extremas que casi siempre tratan de evitarse mediante la negociación entre las partes. De hecho, el año pasado Emasa llevó a cabo 1.374 gestiones de este tipo que han permitido alcanzar acuerdos con algunas instituciones de la ciudad que tienen contraídas importantes deudas e incluso ya han sido llevadas a la vía judicial.