Emasa admite 'errores' en 8.500 recibos con consumos por debajo de la media

Las nuevas tarifas del agua impulsadas por el Ayuntamiento de Málaga empiezan a enseñar sus primeras vergüenzas. A pesar de que el mensaje vendido desde el equipo de gobierno del PP para defender el cambio en el sistema de cobro era el de primar el consumo responsable, las primeras facturas ya conocidas ponen de relieve una penalización evidente a vecinos cuyos umbrales de gasto están incluso por debajo de lo que la propia Empresa Municipal de Aguas (Emasa) entiende como adecuado, 112 litros por habitante y día.

Esta realidad ya es asumida por los propios responsables de la sociedad pública, que tras analizar casi 80.000 recibos constatan que hay 8.574 viviendas con 1 y 2 habitantes (12.800 vecinos) que a pesar de estar consumiendo conforme a la media establecida o menos se les está cobrando más dinero que con la anterior estructura. En términos proporcionales, ello supone algo más del 10% de una primera muestra. No obstante, fuentes próximas a Emasa indicaron que este dato se está reduciendo conforme se analizan más facturas.

"No es algo que hayamos descubierto ahora, porque ya lo sabíamos y dijimos que se iba a bonificar a aquellos que consumen la media o menos de la media", expuso el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, quien añadió: "Hemos detectado que hay un porcentaje mínimo en el que el sistema no se adapta perfectamente a estos casos". Y a estos, insistió, se les aplicará un ajuste para que "paguen lo mismo que pagaban antes". La previsión es que esta compensación se haga en el mes de junio, para posteriormente seguir con su aplicación mes a mes.

El motivo del desfase se halla en que los nuevos tramos de consumo son muy inferiores a los marcados con el anterior sistema tarifario. En este sentido, si el segmento de consumo más barato hasta el pasado mes de noviembre era de hasta 5 metros cúbicos al mes, el actual mecanismo lo reduce a entre 0 y 2.

Es por ello que si una vivienda con un solo miembro, por ejemplo, se ciñe al consumo medio mensual, de 3,36 metros cúbicos, sobrepasaría no sólo el primer tramo de cobro, sino también el segundo, llegándose incluso a cobrársele una pequeña parte de su gasto con el tercer precio. En este sentido, a modo de ejemplo, si antes con ese consumo se enfrentaba a un recibo base (incluyendo abastecimiento, saneamiento, desalación y depuración) de 4,61 euros al bimestre, con el nuevo sistema los conceptos suben hasta los 6,7 euros, un 45% más.

Según los datos oficiales manejados por Emasa, en esta primera criba de facturas se cuentan 4.232 viviendas con un solo inquilino que consumen entre 66 litros diarios y 112 a los que se ha subido el precio del agua; a estos se añaden otros 4.342 con dos miembros.

La intención de Emasa es "evaluar" el funcionamiento del sistema una vez transcurrido un año. Jiménez se reafirmó en que las nuevas tarifas no aportarán más ingresos a la empresa. "Es verdad que las previsiones pueden fallar pero esperamos que lo hagan poco; en caso de que fallen, el dinero repercutirá en reducir las tarifas o en aumentar los metros por cada bloque o al fondo social", apuntó.

De otro lado, avanzó que tras darse a conocer la existencia de unos 78.000 vecinos que no habían regularizado su situación en Emasa, "en una semana hemos observado que hay 38.000 que lo han hecho". Ello supone que las personas a las que les subirá el agua pase del 27% al 24%.

El edil justificó el cambio de criterio en la facturación en la exigencia emitida por el Defensor del Pueblo Andaluz. El órgano sugirió, en la resolución de una queja emitida por un vecino en 2012, que el Ayuntamiento de Málaga iniciara los trámites oportunos para modular las tarifas "en función del número de personas que hacen uso del suministro", así como que recogiera bonificaciones por un consumo responsable de agua. El escrito criticaba que una familia, cuanto más numerosa, pagaba progresivamente más "aunque sus miembros individualmente sean grandes ahorradores de agua".