Empieza el plan de choque contra los mosquitos en el Guadalhorce

La fumigación contra los ejemplares adultos comenzó ayer en las zonas limítrofes

Cañón pulverizador de insecticida empleado ayer en la zona de Parque Litoral.
Cañón pulverizador de insecticida empleado ayer en la zona de Parque Litoral. / M. G.
R. Garrido

Málaga, 11 de abril 2017 - 02:05

Primer paso del plan de choque diseñado contra los mosquitos en el entorno de la desembocadura del río Guadalhorce. El Ayuntamiento de Málaga puso en marcha ayer la nueva estrategia para combatir la plaga, que en los últimos meses ha provocado las quejas de los vecinos de la zona, y que consiste en atacar a los ejemplares adultos mediante la fumigación con insecticida adulticida con un cañón pulverizador montado sobre un vehículo en los puntos limítrofes al paraje natural.

El Área de Sostenibilidad Medioambiental del Consistorio malagueño aún no ha completado el procedimiento para el nuevo contrato menor con el que se va a actual para el control del mosquito y que costará unos 18.000 euros anuales. Pero La empresa Athisa Medio Ambiente, a la que el Ayuntamiento de la capital, tiene encomendada la tarea de controlar las plagas en la ciudad, inició ayer el nuevo tratamiento para tratar de reducir la población de mosquitos en la zona, con idea de repetirlo cada 15 días si fuese necesario una vez que entre en vigor el nuevo contrato lo que podría ocurrir a finales de este mismo mes.

La aplicación de adulticida se contempla cada 15 días si fuera necesario

El insecticida adulticida, que nunca antes se había usado en la capital para atacar a los mosquitos, se aplicó con un cañón desde un vehículo sin necesidad de que ningún operario lo manipulara. Según informó ayer el Consistorio malagueño, ese dispositivo "tiene un alcance de 30 metros y funciona sin causar excesivo ruido". Además, apuntó a que la dosificación del biocida permite "el aprovechamiento integral de la sustancia con una producción de residuos y una afectación del medio ambiente mínimas".

La medida se ha adoptado después de que la administración local parece haber desistido de momento de su intención de que el Gobierno autonómico cofinanciará parte del plan de acción, que presentó la semana pasada contra el mosquito y que supondría un coste anual de casi 80.000 euros. Al menos de momento, el Área de Sostenibilidad Medioambiental pondrá en solitario un plan B con una inversión más ajustada.

La idea del Ayuntamiento es complementar acciones periódicas en las que se atacará no sólo la presencia de larvas, como se ha venido haciendo hasta ahora, con otras novedosas contra los adultos. Además de la fumigación, el paquete de medidas planteadas también contempla la colocación de 16 trampas dotadas con una sustancia olorosa de gran capacidad de atracción para los mosquitos adultos, que son succionados hacia su interior por un pequeño ventilador quedando atrapados. Dentro de la intensificación de los trabajos de control de los mosquitos, se prevé también el incremento de la vigilancia con el fin de conocer la fluctuación de la población de esta especie y poder anticipar las acciones de control.

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