Los seis concejales del Partido Social Independiente de Rincón de la Victoria (Psirv) cumplieron su palabra y la opción de sorpresa de última hora, se desvaneció. La edil del PSOE Encarnación Anaya se convirtió ayer en la primera alcaldesa en la historia democrática del Ayuntamiento de Rincón de la Victoria tras ser apoyada por la formación independiente, socia de gobierno, y los miembros de su grupo, corroborando de este modo el pacto que ambas formaciones suscribieron tras las elecciones locales de 2007.

El Pleno extraordinario en el que fue elegida apenas se prolongó una hora. Con la presencia de destacados dirigentes socialistas, como el secretario general del partido, Miguel Ángel Heredia, y el presidente de Diputación, Salvador Pendón, entre otros, se desarrolló la votación con absoluta normalidad. Los seis independientes de Rincón, que ni siquiera presentó candidatura, dieron su voto a Anaya que consiguió la mayoría absoluta con los cinco apoyos de sus concejales. Por su parte, el PP, que dispuso de siete de sus ocho concejales, ante la ausencia de su última incorporación, Brenda Brenner, avaló a su portavoz en el Consistorio, Francisco Salado, y los dos integrantes de IU respaldaron a su portavoz, Pedro Fernández.

"Estoy muy feliz por el momento y por hacerlo arropada de todos mis compañeros, amigos y vecinos. Me llena ver los pasillos vacíos", fueros sus primeras sensaciones tras recibir la vara de mando. Anaya dedicó sus palabras a su padre y su madre, fallecida a causa de un cáncer el pasado año, y muy emocionada, expresó su solidaridad con todos los enfermos, familiares y profesionales que trabajaban en los servicios de oncología o hematología.

La nueva alcaldesa rinconera aseguró que "nunca" dudó de que el Psirv no fuera a cumplir el pacto. "Sé que van a mirar con lupa mis actuaciones por ser mujer y por mi juventud pero llevo mucho tiempo trabajando en la vida pública y orgánica y no me achico; tengo plena confianza en mi partido y el equipo que me arropa", dijo. Su principal reto, según comentó, es que el municipio "deje de ser una ciudad dormitorio para pasar a ser prestadora de servicios y un reclamo turístico que esté a la cabeza de Málaga, como se merece". Entre los proyectos pendientes que deberá abordar citó la construcción del teatro auditorio, nuevos centros de salud y educativos, el museo de artes populares o la piscina cubierta de Torre de Benagalbón.

Al Pleno asistieron también las autoridades de los cuerpos de seguridad presentes en el municipio, así como representantes de las asociaciones y colectivos rinconeros. Mañana está previsto que Anaya mantenga una reunión con Fernández para repartir las áreas de gobierno que hasta ayer dirigía -Cultura y Servicios Operativos- y, posiblemente, redistribuir otras concejalías.