La exprincesa de Catar Kasia Gallanio fue hallada a primera hora del pasado domingo 29 de mayo muerta en su domicilio de Marbella y sin síntomas de violencia, según han informado fuentes policiales. A la vivienda se accedió por petición de una de sus hijas, menor de edad, que se encontraba en Francia. La joven alertó de que no tenía contacto con su madre desde hacía cuatro días. 

Por el momento se desconocen muchos detalles sobre este suceso, la Policía Nacional ha apuntado que la investigación está abierta y pendiente de la autopsia que, al parecer, se va a practicar este mismo martes. No obstante, una de las hipótesis que barajan los investigadores es que la muerte pudo producirse tras el consumo de alguna sustancia, tal y como ha adelantado el periódico francés Le Parisien

Según ha informado el diario galo, la exprincesa -de origen polaco-estadounidense y 46 años- estaba inmersa en una batalla legal por la custodia de sus hijas con su expareja, el príncipe Abdelaziz bin Khalifa Al Thani, tío del actual emir de Catar. 

Además, al parecer, este miembro de la familia real catarí fue acusado de una presunta agresión sexual a una de sus hijas, que tenía entre nueve y quince años cuando ocurrieron los hechos. Sin embargo, Abdelaziz Khalifa, de 64 años, goza de inmunidad diplomática y siempre ha negado las acusaciones.

Hace poco más de un mes, la exprincesa de Catar estallaba y decía contar su historia en Le Parisien y compartirla en sus redes sociales. "Estoy haciendo todo lo que puedo para proporcionar, proteger, amar, criar, alimentar y educar a las niñas. No soy perfecta, pero estoy intentando dar lo mejor de mí. Los niños NUNCA deben ser usados como víctimas cuando los padres no pueden llevarse bien. El padre de mis hijas, el príncipe Abdelaziz Khalifa Al Thani, no ha pasado ni un céntimo por la manutención de las niñas durante más de un año para ayudarme a mantener y criar a nuestras hijas. En mi opinión, esto es indignante, injusto y una verdadera vergüenza. No importa el nivel financiero o en qué estatus estés, es realmente inmoral porque de nuevo los niños son las víctimas. Sin embargo, es más humillante cuando eres un príncipe multimillonario de Catar", escribía. 

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El pasado 19 de mayo, el tribunal judicial de París desestimó las demandas la Kasia Gallanio, que en noviembre había pasado varios meses hospitalizada y que, según el periódico francés, era propensa a las crisis nerviosas y a las curas de desintoxicación. Esto llevó a un juez a aplazar el caso hasta obtener una evaluación psicológica de la mujer para comprender mejor la situación familiar.

Su abogada, Sabrina Boesch, asegura al periódico francés que su clienta se vio devastada por su esta decisión y manifiesta que "ha muerto de pena". La letrada se encuentra ahora en España con las dos hijas mayores de la mujer, de 17 años, que tuvieron que identificarla este lunes.

El padre, de 73 años, no les dirige la palabra y solo les cubre los gastos de "hoteles modestos o alojamientos de corta duración", mientras que la menor de las hermanas, de 15 años, vive en su casa, un palacio de 5.000 metros cuadrados en la Avenida Montaigne de París, "aislada del mundo y en situación de abandono escolar", según el diario.