Un complejo deprimido que, desde hacía tiempo, exhalaba un olor reconocible. Sin paredes, ni muebles. Casas reconvertidas en un espacio completamente diáfano en el que los riesgos que corrían los verificadores ya prácticamente imposibilitaban las inspecciones convencionales. Hubo ocho detenidos y 4.000 plantas de marihuana incautadas. Diecisiete viviendas de la barriada malagueña de La Corta pudieron ser recuperadas por la Junta de Andalucía tras descubrirse su uso exclusivo como cultivo de cannabis. La operación policial reventó en 2022, año en el que el consumo ilegal de electricidad para alimentar estas plantaciones volvió a repuntar. En Málaga, Endesa detectó durante ese ejercicio 24,1 millones de kilovatios hora defraudados. De ese total, tres millones estaban vinculados a las prácticas relacionadas con la marihuana.

Asimismo, la compañía abrió cada día una media de siete expedientes de fraude eléctrico -un total 2.812 en el conjunto anual-, según datos facilitados a través de su filial de redes e-distribución. "Estas cifras evidencian la dimensión de un fenómeno que pone en grave riesgo la seguridad de los ciudadanos, provoca el deterioro de la calidad de suministro de los vecinos y encarece la factura de todos los consumidores", señaló el director general de Redes de Endesa, José Manuel Revuelta. 

Una pareja de Campanillas, con millar de plantas en su casa

La última actuación difundida por la Policía se remonta a comienzos de este mes. Los investigadores detuvieron a una pareja que, presuntamente, tenía en su vivienda un cultivo intensivo de marihuana con 436 plantas de cannabis sativa de un metro de altura. Y no era el primero que les desmantelaban. De hecho, la investigación, llevada a cabo por agentes adscritos a la Comisaría de Distrito Oeste de Málaga, se inició a partir de la recepción de unas informaciones que apuntaban a la reactivación de este punto para dicha actividad ilícita.

Más de 150 días expedientes de fraude en España

En España, en los tres últimos años se han identificado cerca de 190.000 casos. Solo en el último ejercicio se cerraron 55.167 expedientes de fraude, esto es, más de 150 al día, con un peso creciente de los casos relacionados con plantaciones de marihuana. Las estimaciones indican que el consumo anual de electricidad de manera ilegal asciende a 2.200 GWh, el equivalente al consumo de la ciudad de Sevilla en un año. 

Los enganches vinculados al cultivo de marihuana representaron el 28% de la energía defraudada. La filial de redes de Endesa, en colaboración con las fuerzas de seguridad, desconectó cinco enganches al día para alimentar plantaciones de marihuana.  

Desde hace años, las administraciones públicas trabajan en atajar un conflicto que afecta sobre todo a los barrios más humildes. Pero el fenómeno, que ya se ha extendido, sigue en auge. Las inspecciones a partir de denuncias ciudadanas por sospechas de fraude aumentaron un 75% en 2022 hasta alcanzar las 21.195. "Endesa es consciente de la magnitud del problema y reitera su disposición a colaborar con administraciones, instituciones y fuerzas de seguridad para buscar soluciones", apostilló el responsable general.

Riesgo de muerte

Endesa subraya los "importantes perjuicios" que los enganches ilegales implican, con cortes de luz en zonas con alta saturación de casos, incendios y descargas que pueden afectar tanto al que manipula la instalación eléctrica como a los que le rodean. Y todo ello "con consecuencias muy graves que pueden derivar incluso en la muerte". 

Las incidencias resultan especialmente evidentes en las zonas donde se concentra el fraude vinculado a las plantaciones de marihuana en el interior de viviendas o edificios, conocidas como plantaciones indoor. Los datos del anuario estadístico que publica cada año el Ministerio del Interior reflejan que, en 2021, se decomisaron en España más de 3,3 millones de plantas de cannabis, un 96% más que en el año anterior y un 240% más que en 2018, de los que una parte importante correspondieron a este tipo de cultivos.

Cada plantación consume, de media, como 80 viviendas. Los sistemas de iluminación y ventilación utilizados para acelerar el crecimiento de las plantas necesitan electricidad las 24 horas del día y la obtienen mediante enganches ilegales que provocan situaciones de gran riesgo eléctrico. Estas sobrecargas hacen que actúen las protecciones de los centros de transformación o que se quemen líneas subterráneas o incluso centros de transformación afectando a los vecinos de las zonas próximas. 

Durante el pasado año, Endesa desmanteló, en colaboración con las Fuerzas de Seguridad, en torno a 1.800 fraudes para alimentar plantaciones de marihuana lo que supone una media de cinco cada día. El número de fraudes vinculados a éstas supuso el 3,2% sobre el total gestionado ese ejercicio, pero concentraron el 28% de la energía defraudada, con un incremento interanual del 7,8%. Y ello  evidencia no solo el alto consumo de estas instalaciones, sino también la distorsión que generan en la red de distribución eléctrica de las zonas donde se ubican. 

Muchos suministros ilegales, reenganchados tras desmantelarse

Endesa realizó alrededor de 2.000 intervenciones conjuntas con las Fuerzas de Seguridad para desmantelar enganches en zonas con alta concentración de fraude, donde los operarios acuden acompañados por agentes para poder realizar su trabajo con seguridad. Se trata de una labor continua porque muchos suministros ilegales se reenganchan a la red de nuevo tras ser detectados y desmantelados. 

La gravedad de la situación, según la compañía de electricidad, demanda una actuación conjunta de las administraciones y agentes implicados para poder dar una solución que garantice la seguridad y el suministro de los vecinos.  

Consecuencias en el suministro 

Cada vez que se funde un fusible por la sobrecarga de la red hay que reponerlo para poder recuperar el suministro, pero para realizar el cambio hay que esperar a que el centro de transformación baje de temperatura, lo que retrasa la recuperación del suministro afectando al conjunto de vecinos. La recuperación del servicio en el caso de incendio de líneas o de centros de transformación es aún más compleja. E-distribución, que opera como compañía distribuidora en Andalucía, Extremadura, Aragón, Baleares, Canarias y Cataluña, lleva años reforzando sus redes para reparar los estragos que provocan estas plantaciones en la red. Cuando en un área se produce mucho fraude, las instalaciones sufren sobrecargas a pesar de que la potencia eléctrica instalada llega a multiplicar por cinco la que necesitarían los suministros con contrato consumiendo a máxima potencia.

Como ejemplo, la potencia de electricidad que circula por los transformadores que dan servicio a las zonas con más fraude es hasta diez veces mayor que la que miden los contadores de las viviendas con contrato, lo que da una idea del volumen de enganches ilegales y de la cantidad de energía que demandan. 

Tecnología para afinar las inspecciones

Endesa, a través de e-distribución, ha intensificado las inversiones para reforzar la red y subsanar las consecuencias del fraude en las infraestructuras eléctricas y está aplicando las últimas tecnologías para combatirlo. La compañía utiliza técnicas de machine learning (aprendizaje automático) y deep learning (aprendizaje profundo) para afinar las inspecciones y mejorar su efectividad en la lucha contra el fraude. Mediante el análisis de los datos que brinda la digitalización de la red, se pueden llegar a detectar desviaciones y comportamientos anómalos que ayudan a orientar las inspecciones de forma más eficiente, así como a aumentar el porcentaje de fraude detectado. 

La compañía ha reforzado también las inspecciones para destapar el fraude eléctrico, que se produce en diferentes sectores de actividad y segmentos de población, aunque sólo el 14% de la energía recuperada por fraude corresponde a pequeños consumidores domésticos con una potencia contratada inferior a los 3,5 kilovatios.

Las denuncias anónimas, claves

Al margen de las actuaciones propias de la compañía y de las operaciones conjuntas con las fuerzas del orden, las denuncias de ciudadanos también ayudan a desmantelar fraudes. El pasado año, e-distribución recibió 62. 769 denuncias que generaron 21.195 inspecciones, un 75% más que en 2021. Estas denuncias anónimas pueden realizarse por correo electrónico  anomalias@enel.com, llamando al 800 760 220 o rellenando un formulario web.