Los efectos de la crisis económica y la incertidumbre generalizada que se cierne sobre la inmensa mayoría de los ciudadanos ha tenido una consecuencia directa sobre el consumo eléctrico registrado este verano en la provincia. A pesar del evidente bochorno padecido a lo largo de los últimos meses, los datos de los que dispone la compañía Endesa muestran cómo en el periodo estival el consumo eléctrico ha bajado casi un 5% respecto al mismo periodo del pasado año.

Así lo destacó ayer a este periódico el director de esta empresa en Málaga, Alfredo Rodríguez. "Las cargas, por lo que quiera que sea, bien por la crisis o por el clima, están por debajo del año pasado, con un descenso de entre el 4 y el 5%", ratificó, al tiempo que aseveró que el comportamiento de la red eléctrica en territorio malagueño se ha comportado con absoluta normalidad este verano.

Los apagones y las dificultades de suministro que provocaron la preocupación de los responsables de Endesa hace unos años han destacado por su ausencia en el periodo más reciente. "No ha habido problemas y este verano todo ha ido bien", comentó Rodríguez, quien informó de que la punta de consumo se produjo el pasado 7 de agosto, jornada en que se registraron 1.275 megavatios, por debajo de los 1.300 de la punta estival del pasado año.

De otro lado, el responsable de Endesa explicó que la compañía sigue trabajando en la construcción de nuevas infraestructuras de suministro energético. En este sentido, indicó que previsiblemente a finales de este mes se inaugurará la nueva subestación de San Augusto, que dará servicio a la zona norte de la capital de la Costa del Sol. Esta instalación es resultado de una actuación en una antigua central hidráulica, comentó. A esta instalación se sumará en breve la subestación de Torrox y de otras cuatro plantes antes de finales de año.

Asimismo, Rodríguez indicó que se está a la espera de que Red Eléctrica impulse las actuaciones necesarias para que Endesa pueda impulsar la construcción de sendas subestaciones en San Pedro Alcántara, en Marbella, y en la zona de Fuengirola-Mijas. Estos dos equipamientos, según el responsable de la compañía, permitirán dar solución a los futuros crecimientos de la Costa del Sol, aunque los mismos acumulan ya una espera de unos cinco años.