Málaga

Esaem, la productora de artistas de Málaga que triunfó con Alejandro Sanz

Un grupo de estudiantes de Esaem en clase de caracterización.

Un grupo de estudiantes de Esaem en clase de caracterización. / Javier Albiñana

Solo hace falta dar un paso hacia el frente para ver cómo la música brota de las paredes. Casi con vida propia. El taconeo de los zapatos de flamenco hacen temblar los cimientos, mientras que las futuras estrellas hacen suyas las tablas del Teatro Antonio Banderas. Una pequeña fachada en el corazón de la barriada de las Delicias de Málaga capital que podría pasar desapercibida para muchos, alberga en su interior la formación del futuro de las Artes Escénicas, no solo de Málaga, sino de España e incluso del mundo entero. La Escuela Superior de Artes Escénicas de Málaga (Esaem) lleva 18 años formando a jóvenes de todo el mundo y tal es su nivel que de empezar en un centro cerca del Plaza Mayor ha conseguido llegar a los salones de muchas casas con actuaciones en programas de televisión, siendo cabezas de carteles de musicales en plena Gran Vía de Madrid, parte del elenco de series como ‘Élite’ o su último logro más inesperado: bailar junto con Alejandro Sanz en la reciente gala de los Grammy Latinos 2023 en Sevilla.

En el bullicioso escenario de la industria artística, donde los reflectores iluminan sueños y talentos, surgió Esaem para cubrir la falta de una escuela que formara a artistas “completos”, según Marisa Zafra, directora de la escuela. Zafra observó que “a los artistas les faltaba esa complicidad interpretativa que tenían los actores americanos que sabían cantar, actuar y bailar. De todo”. Y ese fue el primer paso para crear esta escuela, ya de referencia en España.

La entrada de Esaem. La entrada de Esaem.

La entrada de Esaem. / Javier Albiñana

La presencia del talento se puede observar en cada una de las esquinas de la escuela, donde el viaje artístico comienza con los niños de cinco o seis años y se forman toda su vida para salir de Esaem y llegar “a lo más alto”.

Los estudiantes se adentran en el flamenco, la danza española, la danza clásica, el hip hop, el jazz, el claqué, la interpretación teatral, la interpretación musical, la interpretación ante la cámara, técnica vocal y canto desde el primer momento que ponen un pie en las aulas. Pero todo va más allá. Un amplio catálogo que impulsa la versatilidad de los jóvenes hacia donde aspiran llegar.

No hay timbres en los cambios de clase. Solo miran el reloj y saben a donde tienen que ir. Los jóvenes recorren los pasillos corriendo para llegar a los vestuarios para cambiarse o para recoger sus mochilas. De las puntas del ballet, pasan a los tacones de flamenco o los zapatos de claqué a diario.

Estudiantes de la Esaem en clase de flamenco. Estudiantes de la Esaem en clase de flamenco.

Estudiantes de la Esaem en clase de flamenco. / Javier Albiñana

Todos utilizan sus cuerpos para expresar sus sentimientos. El baile es su mejor amigo encima del escenario, pero los camerinos de la escuela guardan muchos secretos. Para todos Esaem es hogar, es familia y son las iniciales del nombre del centro que los está viendo crecer y que actuación tras actuación los observa maquillarse en los camerinos, aprender a ilustrar con su mirada lo que sus personajes quieren decir y el lugar donde los nervios pasan a un segundo plano antes de cada actuación y les permite salir al escenario para dejarse el alma en él, siendo otras personas. 

Sin embargo, los aspirantes a las distintas profesiones artísticas para las que trabajan, día a día, coinciden en un miedo común: su futuro laboral. Ese vértigo de pensar cuál será el futuro laboral de los 1.200 estudiantes que pasan por Esaem cada año también hace reflexionar a su directora, quien asegura que “hay muchas salidas profesionales”, aunque existan dificultades al igual que en otras carreras.

Asimismo, explica que al observar a antiguos alumnos puede decir que hay una gran empleabilidad, ya que a día de hoy Esaem ha llegado hasta Cuéntame, Élite, e incluso distintos musicales de la Gran Vía de Madrid o la Royal Opera House de Londres. Estar encima del escenario es lo que la mayoría de aspirantes quiere, pero Zafra sostiene que la rama docente también ofrece muchas oportunidades. “La gran mayoría de los estudiantes que están en musicales de Madrid están dando clases en escuelas y muchos también trabajan en la Warner montando los espectáculos”, añade. 

Estudiantes de Esaem ensayando una coreografía. Estudiantes de Esaem ensayando una coreografía.

Estudiantes de Esaem ensayando una coreografía. / Javier Albiñana

De las aulas a los Grammy Latinos

Hasta ahora, una de las apariciones en televisión más destacada había sido la actuación de la escuela en los Premios Goya 2021 con la entrega del Goya de Honor a Ángela Molina, pero hace unos días Esaem logró viajar mucho más allá sin salir de Andalucía. Unos 30 alumnos de las escuela, 18 actuales y 12 graduados procedentes de la Titulación Superior de Arte Dramático, Bachillerato de Artes Escénicas y Conservatorio Oficial de Danza, Esaem Ballet, se subieron al escenario de la gala de los Grammy Latinos 2023 para acompañar a Alejandro Sanz en su actuación de Corazón Latino

Los encargados de diseñar y crear esta performance fueron la coreógrafa de ESAEM Lena Zafra y el profesor de flamenco, Benjamín Leiva. Pero no se quedaron solo ahí, sino que también estuvieron presentes en otras actuaciones. Leiva, junto a Alba Keita, una alumna graduada, actuaron y coreografiaron el tema Granada de Andrea Bocelli y Rafa Soto, otro talento de Esaem, bailó junto a Shakira.

En este punto, Marisa Zafra sostiene que la experiencia fue “un día de reencuentro, una sorpresa y un sueño” del que todavía se están despertando. También añade que esperan que cuenten con ellos para la próxima edición de los Grammy Latinos porque esta primera toma de contacto “ha sido una experiencia que no vamos a olvidar”.

Estos tres cantantes son tan solo una pincelada de los artistas que confían en los profesionales que salen de Esaem. Con Antonio Banderas como padrino, esta escuela ha entregado premios a Pastora Soler, Rosalía, India Martínez, Estrella Morente o Francis Viñolo, pero también han trabajado con Pablo López, Javier Quintas e incluso David Bisbal.

Ahora, 18 mujeres lloran desconsoladas la muerte de su amado Romeo. Otra chica, cuyo nombre es Julieta, llega al funeral algo extrañada al observar a tantas mujeres llorando por su marido. Al entablar conversación con ellas, observa que el amor de su vida le decía lo mismo a todas y todo va a peor cuando llega su madre para obligarla a ir a un convento. 

Estudiantes de Esaem ensayando el musical '& Juliet'. Estudiantes de Esaem ensayando el musical '& Juliet'.

Estudiantes de Esaem ensayando el musical '& Juliet'. / Javier Albiñana

Y así los estudiantes de Esaem adaptarán el musical de & Juliet, el cual cuenta cómo habría sido la vida de Julieta, si al morir Romeo ella hubiese seguido con vida. Además, también contarán la vida de Jasmine, la princesa de Aladdin en la Gala anual de la escuela y entregarán los premios Esaem 2024. Sin dejar atrás el campamento de verano, donde 600 estudiantes de todo el mundo llegarán para “tener un primer contacto con las artes escénicas” que hará que muchos se queden en Esaem para seguir formándose para llegar algún día a los grandes escenarios.

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