Especialidad en artesanas
Los clientes cada vez son más conocedores de la cultura cervecera
La elaboración de cerveza propia, en casa y para autoconsumo, llegó a España procedente de Estados Unidos a comienzos de la década y con el paso de los años ha subido, y nunca mejor dicho, como la espuma. Actualmente ese hobbie se ha convertido para muchos emprendedores en una forma de vida, creando sus propias empresas para comercializar el néctar amarillo que comenzaron fabricando en sus garajes y que ahora distribuyen a nivel nacional.
La gran mina de clientes está en Andalucía, porque precisamente aquí donde con mayor fuerza emerge este boom por las cervezas artesanales. Actualmente hay registradas más de 400 microcervecerías, en la provincia de Málaga podemos encontrar más de una treintena de marcas y por encima de las 200 referencias.
Esta oferta tan variada desembocó en una fiebre por la cerveza artesanal dentro de los entendidos en el líquido amarillo, un círculo que cada vez se amplía más. Así, desde hace cuatro años, comenzaron a aflorar establecimientos especializados en estos productos. La Botica de la Cerveza, en la calle Victoria, fue el primero en apostar por un local donde únicamente se sirviera cerveza artesanal.
Miguel Arrabal es el dueño de este establecimiento donde se pueden consumir más de 250 variedades de este líquido. Arrabal afirma que "al principio había que llevar al cliente de la mano, pero hoy día una parte importante de la clientela viene hablando con nombre propio y buscando novedades de la cerveza que le gusta. La cultura cervecera ya está implantada".
Entre tantos tipo de cerveza podría parecer imposible no perderse, sin embargo este loco por la cerveza prueba cada nueva referencia que llega a la taberna, y es que para Arrabal es "imprescindible hacer una degustación y poder explicar al cliente qué se va a encontrar con esa cerveza".
Un caso similar es el de El Rincón del Cervecero, situado en el barrio del Soho y donde David Márquez montó un negocio, junto a su socio, hace ya tres años, tratando de "convertir una afición en una profesión", y parece que lo han logrado.
David comenzó en el mundo de la cerveza artesanal como mucha otra gente, por ser amante de esta bebida y probar a elaborarla en casa. Después, la necesidad de crear un autoempleo le llevó a abrir un bar especializado "en lo que entendía, la cerveza".
El local de David cuenta con un gran aliciente para el cliente, y es que se encuentra en una calle peatonal y goza de una terraza en la que sentarse a degustar la cerveza, algo que ayuda a que no se noten grandes picos o bajones en la venta a lo largo del año, según el dueño del establecimiento. En El Rincón del Cervecero se puede elegir entre más de 300 referencias, estando presentes "casi todas las malagueñas", afirmó Márquez.
Conocer a tu público es algo muy importe, y más aún en un ámbito tan cambiante como éste, ya que, en palabras de Márquez, "el público cada vez entiende más" y "saben lo que quieren y piden un producto concreto".
Esta formación por parte de la clientela provoca en muchas ocasiones que se demande un producto con el que no se cuenta, y si bien a veces son "cosas que han escuchado por ahí como cerveza con jengibre o con pimienta", en otros casos "por la demanda de mucha gente terminas trayéndola para ponerla en la carta".
Las cervezas artesanales son, por tanto, un submundo de la bebida que disputa al vino el puesto de la más consumida en el mundo, y está muy presente en Málaga.
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