Málaga

Especialistas piden una legislación europea común

  • Profesionales creen que solo una normativa homogénea acabará con el 'éxodo reproductivo'

"Los gobiernos lo hacen mal. Aprueban leyes restrictivas y las parejas se tienen que buscar la vida en otros países para tener un hijo. Las leyes deben dar derechos, no quitarlos", argumenta Manuel Martínez Moya, ginecólogo del Centro Gutenberg y pionero en Málaga en reproducción asistida. Hace años que los especialistas reivindican una legislación común europea en reproducción asistida para que las parejas no tengan que viajar a otro país buscando técnicas prohibidas en el suyo. Es lo que se llama atención reproductiva transfronteriza (cross-border reproductive care). El informe Fertility Counts -elaborado por un grupo multidisciplinar de expertos que incluye a miembros de Fertility Europe y de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología y aprobado el pasado mes de julio en Estocolmo- exige el "acceso igualitario a los tratamientos de fertilidad para todas las parejas europeas" y que se trate la fertilidad como "una prioridad médica y social".

La UE ha ido armonizando la legislación de sus países miembros en base a directivas sobre apartados muy diversos, pero los especialistas en reproducción asistida se quejan de que esta materia no está en la agenda política, pese su impacto social ya que se estima que el 15% de las parejas tiene problemas de fertilidad. Los expertos instan a que se avance hacia una legislación europea homogénea que amplíe derechos y ponga fin a las normativas nacionales restrictivas que solo condenan a miles de parejas al éxodo reproductivo, una posibilidad que, insisten, excluye a aquellas de menor poder adquisitivo que no pueden costearse desplazamiento y hotel, además de tratamientos.

Martínez Moya atribuye las normativas restrictivas a los "gobiernos conservadores", aunque recuerda que en Italia hubo un referéndum para intentar ampliar la ley de reproducción asistida y los ciudadanos no fueron ni a votar. La directora médico de Clínica Fertia, Elena Puente, apunta que las abismales diferencias legislativas en reproducción asistida dentro de la propia Europa genera confusión y ansiedad en las parejas, además de problemas a los profesionales. "Lo ideal es que haya una legislación común para que la actuación en todos los países del entorno sea homogénea", sostiene.

Si se unificaran y se ampliaran los derechos, algunas clínicas malagueñas que atienden a un importante volumen de parejas extranjeras verían mermada su clientela. No obstante, aún los profesionales de estos centros defienden la necesidad de homogeneizar e incrementar los derechos en materia de reproducción asistida porque ellos mejor que nadie conocen el sufrimiento de tener problemas físicos y encima trabas legislativas para poder tener un hijo. Francisco Martínez, biólogo de Clínicas Rincón, no teme que una normativa europea común reduzca la clientela: "No nos asusta que legislen y se avance en una norma europea común. Nuestro trabajo no debe basarse en que haya leyes restrictivas en otros países, sino en nuestro trato y nuestros resultados".

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