Paralizado temporalmente el concurso público con el que el puerto quiere transformar la dársena de Guadiaro en una zona de atraques para megayates, este lunes, el muelle número dos y la estación marítima allí situada recibieron al primer buque de crucero de 2019.

Procedente de Cartagena y con destino a Vigo, el Saga Pearl II ha inaugurado la actividad crucerística del muelle del Marqués de Guadiaro en un amarre de algo menos de once horas al que, según previsiones, le seguirán un significativo número de escalas en el presente ejercicio.

Tras quedar inaugurada la estación marítima del Palmeral de la Sorpresas el 13 de julio de 2012 con la escala del buque Wind Surf, esta línea de atraque limitada a unas determinadas dimensiones y un número muy concreto de pasajeros por barco, se ha convertido en un espacio destinado a buques de no demasiado porte integrados en el denominado sector crucerístico de gran lujo.

Ante esta circunstancia y con una buena respuesta por parte de la navieras que gestionan a los más exclusivos buques de crucero del mundo, el atraque del muelle dos se ha ido especializando en este tipo de tráficos; un hecho que año tras año ha posibilitado escalas con embarques y desembarques completos, inicios y finales de ruta y pernoctaciones.

Añadida a esta zona de atraque la correspondiente al muelle 3-A1, justo detrás de donde a diario se posiciona el melillero, el pasado año, estos dos espacios cumplimentaron un total de 65 escalas; un 21,7% del total de las visitas de buques de crucero efectuadas al puerto malacitano.

Con estos números y tras haber pasado durante las primeras semanas de 2019 por el muelle del Marqués de Guadiaro varios barcos de guerra, uno de ellos de nacionalidad francesa, una patrullera de la Guardia Civil, en varias ocasiones y un buque de investigación adscrito al Instituto Español de Oceanografía, este lunes, el mercado crucerístico se estrenaba junto al Palmeral de la Sorpresas.

Ante esta primera estancia, el muelle número dos, según previsiones de la Autoridad Portuaria, tomará un significativo protagonismo en los meses de febrero y marzo cuando dos pequeños buques turísticos integrados en una misma naviera se posicionen en aguas malagueñas, con pernoctaciones incluidas, para realizar diferentes rutas.

Unas escalas que en el cómputo del primer trimestre de 2019 significarán el 24% del total de las visitas crucerísticas al puerto.