Málaga

Estudiar en un colegio con más de 400 años

  • Un centenar de niños del siglo XXI estudian entre muros del 1600 Las deficiencias del Prácticas Nº 1 las suple un enclave privilegiado y un proyecto didáctico diferente

Cruzar la puerta y entrar en el patio del colegio público de Infantil y Primaria Prácticas Nº 1 es retroceder más de cuatro siglos en la historia de la ciudad de Málaga. Sus columnas, sus grandes ventanales de madera, sus artesonados e, incluso, la mesa y las sillas de la sala de profesores son testigos silenciosos de un lugar que ha tenido actividad didáctica constante desde 1604. Lo levantó la Compañía de Jesús y durante más de un siglo fue un colegio abierto y gratuito. Tras la expulsión de los Jesuitas, en 1787 se convirtió en Colegio de Náutica de San Telmo. Más tarde fue Escuela de Bellas Artes y de Magisterio. En los 60 se instaló allí la Escuela Femenina que derivó, años después, en este centro al que hoy dan vida algo más de un centenar de niños. Las deficiencias de un colegio con más de 400 años de antigüedad se suplen con un enclave privilegiado, en plena plaza de la Constitución, y un proyecto didáctico diferente.

Marcos Antonio Ruiz dirige la vida docente y junto a los 14 maestros, con el apoyo del Centro del Profesorado de Málaga, están desarrollando un programa curricular en el que se integran arte y escuela. "Tenemos proyectos de colaboración con el Museo Picasso y el Thyssen, en nuestro entorno se encuentran los museos, los monumentos y se trata de introducir en el aula con sentido pedagógico el cine, el teatro, la arquitectura, la pintura...", explica Ruiz, que ha dado una nueva organización al centro y ha condensado la actividad en la planta baja y la primera para aprovechar otros espacios. Los padres han pedido una sala como escuela de baile y Málaga Acoge va a realizar allí su programa de acompañamiento.

"El problema de estos edificios es que no tienen cimientos y el tratamiento de las humedades es complicado", dice Ruiz. Entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga intentan paliar las dificultades de un edificio al que le van a poner un ascensor y unas escaleras nuevas que mejoren la autoprotección del centro. Las puertas, los suelos y ventanas se ven viejas y, en algunos casos, deterioradas. Dos canastas en un pequeño patio es su campo de deporte y no cuentan con las instalaciones que disfrutan colegios de nueva construcción, pero los espacios son amplios y luminosos. La mayor ventaja para los alumnos, una ratio considerablemente baja y una plantilla docente que aumentará tras ser considerado de nuevo centro de compensatoria.

La mayoría de los alumnos llegan desde El Molinillo, Carretería y La Merced. El 35% son extranjeros y las familias, más desfavorecidas económicamente. Pero eso no dificulta la convivencia, según su director. "No hay problemas con el alumnado", sostiene y considera como ventaja poder aprovechar el potencial del entorno tan céntrico "que no tiene ningún colegio". Pero, sobre todo, el éxito que se llevan a casa cada día estos maestros es el cariño de unos niños con los que trabajan para "crear alumnos que se respeten entre ellos y favorezcan las condiciones adecuadas para el aprendizaje".

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