Málaga

Estudios indican que hay que cambiar la cubierta de la Catedral por su mal estado

  • Concluyen que la solución ideal para 'curar' las filtraciones del templo es el tejado a dos aguas proyectado por Ventura Rodríguez en el siglo XVIII

Las primeras conclusiones de los estudios realizados sobre la cubierta de la Catedral ponen de manifiesto no solo su mal estado sino también la necesidad de desarrollar una renovación integral que ponga fin a los defectos que viene sufriendo desde hace años. Según pudo saber este periódico de fuentes próximas al proyecto, los datos constatan la escasa utilidad de la solución que fue ejecutada por la Junta de Andalucía en el año 2008 y que supuso una inversión de 1,6 millones de euros. La misma, consistente en la construcción de una serie de bóvedas a lo largo de todo el techado, ha devenido en ineficaz como solución final a los problemas del templo.

"Esto no tiene solución", se lamentó una de las fuentes consultadas, que vino a rechazar la opción de proponer soluciones intermedias de parcheo. "Al final la que vale es la de Ventura Rodríguez", sentenciaba otra fuente, apuntando de manera directa al techo a dos aguas que dibujó el arquitecto madrileño pero que nunca se materializó. En el siglo XVIII, ante el encargo de la Iglesia, Ventura Rodríguez dio forma a los planos de un tejado a dos aguas de madera y tejas, a su juicio, una solución urgente y el único remedio posible "para que con el agua y las humedades no se recale, como se ha recalado la iglesia, no hay otro remedio (...) haciéndonos ver la experiencia lo perjudicial que es para la fábrica estar descubierta". No es la primera vez que se dibuja este escenario, pero sí la primera vez que se señala de manera precisa en un estudio en profundidad sobre las taras que presenta el inmueble y en el que el Obispado ha estado trabajando en los últimos años. A priori, este documento debe servir de base para los contactos que ya a finales del pasado año empezaron a celebrar la Junta y el Obispado y que debe permitir un acuerdo en pos de salvaguardar la Catedral. Las fuentes indicaron que a esta línea de acción se llega después de haber realizado una labor de catas y sondeos en la cubierta que confirman "la evolución prevista; está mal construido y es inevitable que haya desplazamiento".

Fijado el camino a seguir, todo queda a expensas de fijar los números económicos y de la voluntad cierta de los actores implicados por intervenir sobre esta parte del templo. Una iniciativa que forma parte del plan director de la Catedral diseñado por los arquitectos Juan Manuel Sánchez La Chica y Gabriel Ruiz. El propio autor de este planeamiento, nombrado hace ahora 18 meses como responsable del templo, fue claro al poco de tomar posesión del cargo, cuando apuntó al problema de la cubierta como el más acuciante de todos los que presenta el edificio, por encima incluso del debate sobre la idoneidad o no de terminar la segunda torre.

En esta misma línea de pronunció en octubre del año pasado el Parlamento andaluz cuando de manera unánime validó una proposición no de ley presentada por el Partido Popular exigiendo una solución urgente a la situación en la que se encuentra el primer templo de la capital malagueña. En aquella propuesta se instó al Gobierno andaluz a continuar con la búsqueda de la mejor solución para el arreglo de las cubiertas, de tal forma que "no se reproduzcan los problemas de humedades y desprendimientos que afectan al monumento". Bien es cierto que los populares ya consideraban que la mejor solución es el tejado a dos aguas, "tal y como se recoge en los planos originales del siglo XVIII".

La Asociación Ciudadana Málaga por su Catedral y la Fundación Por amor al arte, la Catedral denuncian el mal estado que presentan las obras ejecutadas en 2008 para evitar las filtraciones de agua que, desde 2017, se repiten en el interior de las históricas naves. Desde dicha asociación, el arquitecto Diego Estrada mostró su preocupación ante "la cerámica cuarteada e incluso desaparecida" que cubre dichas naves, dejando al descubierto el mortero y la capa asfáltica.

El problema se encuentra en la inexistencia de juntas de dilatación y que el clima térmico de Málaga ha afectado a una estructura "que queda lejos de la tesis de efectividad de la construcción como se defendió en su momento desde otros sectores", sentencia Estrada.

Las cubiertas de la Catedral cuentan, según el arquitecto, con una sobrecarga de 450 kilos por metro cuadrado a partir de la construcción de la nueva piel, cuando ese peso tendría que repartirse entre los pilares y los muros del edificio. Desde estas plataformas ciudadanas aseguraron que las filtraciones de agua afectan al interior de la estructura, por lo que siguen siendo necesarias las mallas que cubren el templo al interior.

"Viendo la evolución de las que fueron grietas y ahora son desprendimientos, en dos años podríamos quedarnos sin baldosines exteriores y el agua continuará filtrando al interior", señaló Estrada, quien defendió la tesis de construcción del tejado de Ventura Rodríguez como la más efectiva. "Ya no se trata de concluir la Catedral, cuyo coste no se elevaría más allá de los 10 millones de euros, sino de conservar lo que ya tenemos siguiendo la propuesta original del siglo XVIII", sentenció.

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