Málaga

Expertos alertan en Málaga del aumento de las consultas de salud mental entre niños y adolescentes

Un momento de las jornadas sobre la salud mental infanto-juvenil que tuvieron lugar ayer en Málaga.

Un momento de las jornadas sobre la salud mental infanto-juvenil que tuvieron lugar ayer en Málaga. / Javier Albiñana

Las razones son muchas, pero psicólogos y pediatras coinciden en una misma advertencia: se está produciendo un aumento de las consultas de salud mental entre niños y adolescentes. Unos menores “no sienten ilusión por la vida” y se autolesionan o tienen ideas suicidas; otros sufren acoso escolar o a través de las redes sociales; los hay que padecen trastornos de alimentación, caen la ludopatía o se enganchan al móvil... La lista –que se suma a las patologías psiquiátricas de siempre– es larga. Las consecuencias, también: depresión, ansiedad, adicción a las tecnologías...

La preocupación por esta situación llevó al Colegio de Psicólogos de Andalucía Oriental a celebrar este viernes unas jornadas en Málaga centradas en la salud infanto-juvenil. La decana de la institución, Mariela Checa, reconocía: “Nos preocupa esta realidad porque la demanda de salud mental en niños y adolescentes aumentó en Andalucía un 21% en 2021”. Y a continuación denunciaba: “Los recursos públicos disponibles no cubren la demanda; no están a la altura de lo que necesita la población”.

Checa describía lo que los psicólogos ven en las consultas a diario: niños y adolescentes con “estado de ánimo bajo, que no quieren vivir, que sufren acoso escolar o a través de las redes sociales; algo que nos preocupa muchísimo”, según la decana. Checa explicaba que a las características de la sociedad actual se han sumado la pandemia e incluso la guerra en Ucrania; situaciones que añaden incertidumbres a la vida.

Javier Urra, director clínico de la clínica RecUrra, llamaba la atención sobre que la sociedad se preocupa por la soledad de los mayores, pero no por la de los jóvenes. Insistía en que hay muchos menores que se sienten solos y “sin ilusión por la vida”. “Chicos depresivos, chicos que aprenden la sexualidad con pornografía violenta, chicos con ideas autolíticas [de autolesionarse o suicidarse]”, enumeraba. Además, apuntaba que en la mayoría de los casos, el suicidio en edades infanto juvenil se deriva del acoso escolar.

Por eso, demandaba más recursos en salud mental, que decía es la “hermana pobre” de la sanidad. Concretaba que una de cada cuatro personas sufrirán a lo largo de su vida un problema grave de salud mental, que un tercio de las bajas laborales están motivadas por esta causa y que el 70% de estas patologías en adultos tienen su origen antes de la mayoría de edad.

La preocupación por los más jóvenes no es sólo de los psicólogos. El pasado 10 de octubre, con motivo del Día de la Salud Mental, la Asociación Española de Pediatría (AEP) lanzó también una advertencia similar. Alertó del “incremento exponencial” de las consultas e ingresos psiquiátricos en menores de 18 años. La AEP detallaba que la pandemia ha provocado un aumento de hasta el 47% en los trastornos de salud mental infanto-juvenil y advertía del incremento “espectacular” en las tasas de alteraciones mentales y emocionales en niños y adolescentes”. Citaba “conductas suicidas, depresión, ansiedad, trastornos de alimentación y adicción a tecnologías”. Por ello pedía la dotación de los equipos de salud mental necesarios para atender a los pacientes en la primeras edades de la vida.

Precisamente, durante las jornadas celebradas en Málaga se pusieron de manifiesto la falta de recursos en este ámbito de la sanidad. Por ejemplo, España tiene 11 psiquiatras por cada 100.000 habitantes mientras que Francia cuenta con 22; es decir el doble. Respecto a los psicólogos clínicos, nuestro país tampoco sale bien parado. En Europa, la ratio es de 18 por 100.000 habitantes, mientras que en España esa proporción es de seis por 100.000; tres veces menos.

La decana de los psicólogos de Andalucía Oriental insistió en que los recursos en la sanidad pública “son insuficientes” y reclamó a la Junta “una apuesta” por la salud mental en general y la infanto-juvenil en particular con “un refuerzo” de recursos.

Por su parte, el viceconsejero de Salud, Miguel Ángel Guzmán, que participó en el encuentro, destacó la “apuesta firme” de la Consejería por la salud mental. Dijo que entre 2020 y 2021 hubo “un aumento significativo de plantilla” respecto a 2019, que se mejoraron las instalaciones y que se ha impulsado el Plan de Salud Mental de Andalucía. Y concluyó: “Por eso estamos aquí, para escuchar y recoger las demandas. Vamos a seguir incrementando todos los recursos. El problema es el punto de partida porque Andalucía, durante décadas, ha estado sin una apuesta por recursos suficientes en salud mental” .

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