Prudente Mira, el empresario que ha conseguido mantener la tradición del helado durante décadas en la céntrica calle Larios, falleció el pasado domingo a los 81 años de edad como consecuencia de una grave enfermedad.

El funeral tuvo lugar ayer por la tarde y a él acudieron numerosas personas a despedirse de "una persona que ha luchado mucho por su empresa y por mantener la calidad y la tradición de Málaga", dijo ayer visiblemente emocionado su hijo y actual gerente del negocio familiar, Andrés Mira.

Con su buen hacer, Prudente Mira logró que comer un helado en el establecimiento de Casa Mira en la calle Larios sea una tradición en Málaga. No es un eslogan publicitario sino una realidad contrastada con la historia ya que la empresa se fundó en 1890 y, hoy en día, sigue siendo un referente gobernado por la tercera y la cuarta generación familiar.

Fue fundada por Severino Mira que vivía en la localidad alicantina de Jijona y decidió venir a Málaga a probar suerte. Montó, junto a un socio, una heladería-turronería en la calle Cisneros gracias a sus conocimientos adquiridos en la tierra oficial del turrón. Le fue bien y en 1900 abrió un local en la calle Nueva -que sigue abierto- y en 1925 adquirió otro en la calle Larios, aunque no en el emplazamiento actual. En 1940 se ubicó en el mismo donde actualmente atienden a centenares de clientes cada día.

Durante la Guerra Civil se tuvo que cerrar el negocio, aunque reabrió sus puertas una vez pasado el conflicto bélico con más fuerzas. En los años 70 se abrieron al público nuevas tiendas en Compás de la Victoria, Carranque o el Paseo de Sancha. En estos momentos todos siguen abiertos salvo el de Paseo de Sancha aunque la propiedad y la gestión de cada centro es completamente independiente. Prudente, juntos a sus hijos Andrés e Ignacio, era dueño exclusivamente de la heladería de calle Larios desde hace 12 años.

La clave del éxito de esta empresa ha sido mantener la calidad de sus productos gracias a la profesionalidad y pasión que Prudente siempre puso en la empresa familiar.