Fallece un hombre en Gaucín tras caer con su coche por un barranco
La víctima iba acompañada por otras dos personas que no sufrieron heridas en el accidente
Un hombre de 56 años, natural de la localidad sevillana de Bormujos, perdió ayer la vida tras no poder controlar el vehículo en el que viajaba y precipitarse por un barranco de unos 80 metros, entre un bosque de pinos y alcornoques en las proximidades de la localidad de Gaucín. Precisamente, el coche se detuvo tras colisionar con un alcornoque de grandes dimensiones, que evitó que siguiese cayendo por la ladera. Milagrosamente, los otros dos ocupantes del vehículo, también naturales de la provincia de Sevilla, resultaron únicamente heridos con carácter reservado, sin que sus vidas corriesen peligro en ningún momento, según informaron desde el hospital comarcal Serranía de Ronda, donde fueron trasladados tras ser rescatados.
El accidente se produjo a las 7:50 en el kilómetro 2,5 de la carretera MA 9300, que une las localidades de Gaucín y Colmenar, en las proximidades del puerto de El Negro. Al parecer, el vehículo podría haberse salido de la vía debido a la lluvia que caía a esa hora de la mañana en la zona, aunque la Guardia Civil mantiene abierta una investigación para tratar de esclarecer lo ocurrido. Conforme pasaban las horas perdía peso la primera hipótesis que apuntó a la posible presencia de placas de hielo, pues, a priori, la temperatura existente no sería la propicia.
En cuanto al rescate, fue uno de los heridos el que logró recorrer parte del barranco por el que había caído el coche y logró pedir ayuda, tras lo que se desplazaron hasta el luchar de los hechos efectivos del consorcio provincial de bomberos, Guardia Civil, y servicios de urgencias del SAS. No obstante, no pudieron hacer nada por salvar la vida del único fallecido del siniestro, que habría salido despedido del interior del vehículo.
Los tres ocupantes del vehículo se dirigían hacia su puesto de trabajo en el momento del accidente, siendo parte de una cuadrilla de trabajadores de la empresa Copersa, que trabaja en las obras de renovación de la línea férrea Ronda-Algeciras. Esta obra se encuentra a pocos kilómetros de donde se produjo este accidente mortal.
Algunos de los compañeros que ayer se acercaron hasta el lugar de los hechos permanecían todavía conmocionados por lo ocurrido, tras comprobar cómo había quedado el coche en mitad del precipicio. Incluso, algunos de los agentes de la Guardia Civil que asistieron el accidente no daban crédito a que dos de los ocupantes únicamente hubiesen sufrido algunas contusiones propias de cualquier otro accidente de tráfico. "Pueden decir que han vuelto a nacer", indicaba uno de ellos mientras trataba de recuperar los efectos personales que habían quedado esparcidos en los alrededores del vehículo.
La espectacularidad del accidente hizo que algunos vecinos de la zona se acercasen hasta el lugar de los hechos, asombrados por la caída que había sufrido el coche, que rompió una valla cinegética y numerosas ramas.
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