Málaga

La Farola de Málaga, declarada Bien de Interés Cultural

  • Este edificio malagueño posee un carácter emblemático en su función y arquitectura en el marco urbano de la ciudad desde hace 200 años

El Ministerio de Cultura ha incoado la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de la Farola de Málaga, histórico faro malagueño cuyo carácter emblemático por su función como guía para los barcos y su arquitectura en el paisaje de la bahía se prolonga desde hace ya 200 años.

Junto a La Farola, el Ministerio de Cultura también declara BIC otros dos monumentos propiedad del Estado que forman parte del patrimonio cultural industrial y científico-técnico español. Se trata del Real Taller de Aserrío de Valsaín (Segovia) y de la Torre de Señales del Aeródromo de Cuatro Vientos (Madrid).

Así lo ha resuelto la Dirección General de Bellas Artes en función de lo establecido por el artículo 6b de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, que estipula que el Estado será competente en materia de patrimonio cultural respecto de los bienes adscritos a servicios públicos gestionados por la Administración del Estado.

Esta condición se da en estos tres casos concretos que corresponden, respectivamente, al Organismo Autónomo de Parques Nacionales del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, al que está adscrito el Real Taller de Aserrío de Valsaín; el Ministerio de Defensa, titular de la torre del aeródromo madrileño; y el ente público Puertos del Estado, dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, al que pertenece el faro malagueño.

Según el informe de la Real Academia de la Historia que justifica su declaración como BIC, la Farola de Málaga, levantada en 1817, posee un carácter emblemático en su función y arquitectura en el marco urbano de Málaga, al menos desde hace 200 años.

Por su parte, el informe de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando destaca el alto valor del monumento dentro de la historia de los faros españoles. Destaca no solo su antigüedad y el haber sido proyectado por el brigadier de la Armada, ingeniero naval y director del Puerto de Málaga, Joaquín María Pery y Guzmán, sino también pertenecer históricamente al corto número de faros de reverbero existentes en España con luz giratoria en 1847.

La construcción del edificio debía estar bien adecuada para el fin de sustentar en alto una linterna giratoria, sobre la punta o morro de Levante, y había de tener 120 pies de altitud. El aparato óptico tenía 21 platillos de reverberos distribuidos en tres caras que giraban en un periodo de 1 minuto de duración. Los 20 segundos primeros eran de una luz muy viva y los restantes de oscuridad. A partir de esa primera solución técnica, se buscaron otras para actualizar su mecanismo de encendido.

Por lo tanto, vistos los informes y los antecedentes reunidos en el expediente, el Ministerio de Cultura y Deporte ha considerado manifiesto que constituye un bien integrante del patrimonio histórico español, de interés histórico, artístico y técnico, valores culturales suficientes para su declaración como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento.

Las nuevas declaraciones ponen de relieve una de las líneas de actuación principales de la Dirección General de Bellas Artes en la actualidad, que es el fomento, protección, preservación y puesta en valor de los llamados “otros patrimonios” como el patrimonio industrial y científico-técnico. El artículo 1.2 de la citada ley establece como integrantes del concepto de Patrimonio Histórico Español todos aquellos inmuebles y objetos muebles de interés artístico, histórico, paleontológico, arqueológico, etnográfico y científico o técnico. También forman parte del mismo el patrimonio documental y bibliográfico, los yacimientos y zonas arqueológicas, así como los sitios naturales, jardines y parques, que tengan valor artístico, histórico o antropológico.

Por lo tanto, mediante la declaración efectiva de inmuebles como estos se materializa el compromiso del Ministerio de Cultura y Deporte para con la protección, puesta en valor y difusión de todos los tipos de bienes que integran el patrimonio español, incluidos aquellos tradicionalmente más apartados de las políticas culturales como el industrial (Real Taller de Aserrío de Valsaín) o el científico-técnico (Farola de Málaga y Torre de Señales del Aeródromo de Cuatro Vientos).

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios